La selección uruguaya comenzó la Copa FIFA Confederaciones Brasil 2013 con una derrota. Pero eso no necesariamente quiere decir que lo haya hecho con el pie izquierdo. Enfrentaba a España, el campeón del mundo y de Europa, y tras un inicio dubitativo, faltó poco para que consiguiera un empate.
Pese a la caída por 2-1, el resultado no fue una catástrofe para el equipo charrúa. Sin ir más lejos, antes del encuentro su técnico, el Maestro Óscar Washington Tabárez, había sentenciado: “De 10 partidos ante ellos, lo normal es que nos ganen 9”. Así, no había caras demasiado largas tras el partido, y mucho menos la de Luis Suárez, autor del descuento con un golazo de tiro libre.
“Desde antes del partido sabíamos que España iba a ser superior a nosotros. Tiene un gran manejo de balón y resultá difícil robárselo. Además, cuentan con jugadores de muchísima calidad a mitad de la cancha y adelante son muy eficaces. Eran los favoritos y al final el resultado no es sorprendente”, explica el jugador del Liverpool en exclusiva a FIFA.com.
Preocupaciones al margen
Vale decir, entonces, que el tropiezo entraba dentro del presupuesto para Uruguay, sobre todo porque el equipo no parecía llegar en su mejor momento. Quinto de la clasificatoria sudamericana, había ganado sólo dos puntos de 18 antes de conseguir un valiosísimo triunfo en Venezuela. “Perdimos contra la mejor selección del mundo hoy en día, pero sabemos que el torneo apenas empieza. Siento que dejamos una buena imagen, que nunca bajamos los brazos pese a que el juego parecía perdido. Ahora vendrán partidos diferentes, que tenemos que ganar para seguir adelante. Creo que la actitud fue positiva y soy optimista”, considera uno de los máximos referentes de la selección charrúa.
Vale decir, entonces, que el tropiezo entraba dentro del presupuesto para Uruguay, sobre todo porque el equipo no parecía llegar en su mejor momento. Quinto de la clasificatoria sudamericana, había ganado sólo dos puntos de 18 antes de conseguir un valiosísimo triunfo en Venezuela. “Perdimos contra la mejor selección del mundo hoy en día, pero sabemos que el torneo apenas empieza. Siento que dejamos una buena imagen, que nunca bajamos los brazos pese a que el juego parecía perdido. Ahora vendrán partidos diferentes, que tenemos que ganar para seguir adelante. Creo que la actitud fue positiva y soy optimista”, considera uno de los máximos referentes de la selección charrúa.
Tras el abultado triunfo 6-1 de Nigeria ante Tahití, para clasificar a la siguiente ronda, la Celeste no tiene margen de error. Pero el delantero de 26 años considera que el equipo juega mejor cuando está entre la espada y la pared. “Los uruguayos estamos acostumbrados a sufrir”, reflexiona. “Por lo tanto, no estamos preocupados. Sólo hay que considerar cómo llegamos al último Mundial y también el resultado que conseguimos en Venezuela. Vamos a sacar lo mejor de nosotros”, afirma, refiriéndose a la necesidad que tuvo la escuadra charrúa de jugar una repesca para clasificarse a Sudáfrica 2010, donde terminó cuarta.
Su nombre en la historia
El Pistolero, como le llaman en su país, marcó uno de los tantos más hermosos de su carrera ante España. En un cobro de tiro libre, con la pelota escorada a su izquierda, el delantero mandó una parábola perfecta que se incrustó en el ángulo superior derecho de Iker Casillas. Pese al golazo, la sensación final fue agridulce. “Fue un lindo gol porque estaba un poco lejos y el ángulo era complicado, pero lamentablemente llegó demasiado tarde. Si lo hubiéramos marcado antes quizás podríamos haberlos presionado un poco más, pero cuando cayó ya casi no quedaba tiempo".
Pese a la frustración, los ojos del goleador se iluminan cuando habla de lo que representó esa conquista: fue la número 33 como internacional, con la que alcanzó a su compañero Diego Forlán como máximo anotador en la historia del equipo celeste. “Es un orgullo, un verdadero orgullo”, señala emocionado. “Estar al mismo nivel de Diego es un honor para mí, aunque me hubiera gustado hacerlo habiendo ganado”, considera.
El Pistolero, como le llaman en su país, marcó uno de los tantos más hermosos de su carrera ante España. En un cobro de tiro libre, con la pelota escorada a su izquierda, el delantero mandó una parábola perfecta que se incrustó en el ángulo superior derecho de Iker Casillas. Pese al golazo, la sensación final fue agridulce. “Fue un lindo gol porque estaba un poco lejos y el ángulo era complicado, pero lamentablemente llegó demasiado tarde. Si lo hubiéramos marcado antes quizás podríamos haberlos presionado un poco más, pero cuando cayó ya casi no quedaba tiempo".
Pese a la frustración, los ojos del goleador se iluminan cuando habla de lo que representó esa conquista: fue la número 33 como internacional, con la que alcanzó a su compañero Diego Forlán como máximo anotador en la historia del equipo celeste. “Es un orgullo, un verdadero orgullo”, señala emocionado. “Estar al mismo nivel de Diego es un honor para mí, aunque me hubiera gustado hacerlo habiendo ganado”, considera.
Ya entrado en materia, Suárez hace referencia a un evento curioso sucedido en el encuentro. Pese a que hay una enconada rivalidad entre Brasil y Uruguay, ¡la torcida de Recife estuvo totalmente del lado charrúa! “No me pareció raro, porque hay una buena relación entre los dos países aunque seamos rivales. Ha habido muchos jugadores nuestros en Brasil, como Forlán, o antes Lugano y Abreu. Pero más que eso creo que vinieron a hinchar por el futbol. Tanto España como Uruguay son buenos equipos y dieron un lindo partido”.
Y con esa actuación como referencia, la gran estrella de la Celeste manda un mensaje a su afición, que también estuvo en la cancha para apoyar. “Uruguay está para enfrentar a cualquiera. Eso lo tenemos claro. Ante España fue un tropiezo, pero queda mucho torneo y nos vamos a recuperar”, finaliza con la confianza que lo caracteriza.
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