martes, 16 de abril de 2013

¿No sería mejor anexarnos de una vez a España, China o Brasil?


Rodolfo Silva

Increíble lo que dijo la Presidenta a la prensa de que el rechazo de Bernal Jiménez, a la concesión —de la vía a San Ramón— obedeció a un momento de apremio (¿?) al verse atacado por manifestantes. Añadió que ese señor es “un adulto mayor, de mas de 80 años, se asustó al caer enmedio de una protesta en su automóvil de lujo” (LN 13/4, pag. 6). Mala nota a doña Laura. Por su parte, Bernal dijo que ella “está muy perturbada, no quiere oir a nadie, oye nada mas a los acólitos que la rodean…”
El hecho real es que esta concesión es un nuevo eslabón en la cadena reciente de contratos mercaderes leoninos. Comenzó con Alterra en 2008 ($1.100 millones por construir obras que solo valían $180 millones y administrar el Aeropuerto durante 20 años, o sea un pago de mas del doble de su valor; después traspasó el contrato a la HASDC de Houston, a quienes le ampliaron el plazo de la concesión a 25 años (hasta el 2026) para que recibiera unos $300 millones mas, aprobado por el Gobierno y la CGR que sentenció: “Por encima de análisis legales y financieros, el interés público se satisface mejor si continúa el contrato (de concesión a Alterra, que debería haberse rescindido). Siguió la concesión de Orotina-Caldera, costo estimado en $120 millones (2004), fue adjudicada a Cartellone, de Argentina, que después traspasó el contrato a Lavalin, de Quebec, quien al año se quitó; finalmente se traspasó a Autopistas del Sol, de España (ambas cesiones sin licitación ni concurso), y terminó costando unos $400 millones que pagaremos en peajes, y si no alcanzan, con fondos del presupuesto; se inauguró en enero 2010 sin estar lista, como carretera “de primer mundo”, se dijo, pero con un diseño ya obsoleto, fue pobremente construida, no se atendieron los informes sobre incumplimiento que presentaron fiscalizadores —cayeron en agujero negro—, para que pudieran inaugurarla antes del fin de la administración, pero a las dos semanas se cayeron los taludes, se hundió el pavimento (hubo que prestarles puentes Bailey, historia digna de salir en Ripley), resultaron afectados los acuíferos (demandas judiciales pendientes), cada feriado o fin de semana hay que poner los carriles “reversibles”, o sea en un solo sentido, por la miopía de haberla construido de solo 2 carriles, que impide se pueda hacer el nuevo aeropuerto internacional en Orotina, so pena de mandar por el monte del Aguacate a quienes viajan esos días. Pero alguien dijo: “peor es nada…”. Queda una posible aunque costosa salida, que sería construir una nueva vía a Orotina por la margen izquierda del Virilla (El Rodeo, Piedras Negras, Purires).
Ahora, se pretende de nuevo dar una concesión leonina a OAS, mediante cesión o traspaso del contrato de Autopistas del Valle, adjudicada mediante licitación por el CNC en 2004 por el orden de $160 millones, que se convirtió en contrato en 2005 con el requerimiento de que la empresa debía conseguir el financiamiento e iniciar las obras en un plazo no mayor de 6 meses, pero transcurrieron 7 años y… nada. Lo curioso es que no hay responsables, ni la empresa ni las autoridades de gobierno, ni hay gestiones para sancionarlos, para cobrar la garantía de cumplimiento, ni para rescindir el contrato. Nuevamente quieren recurrir a una cesión o traspaso, donde deben pagarse a Autopistas del Valle (hermana de Autopistas del Sol) $40 millones por “trabajos realizados” —¿cuáles?—. La negociación con la OAS brasileña la ha llevado quien fuera asesor de la empresa (ver artículo de Laurencia Sáenz en Foro LN 13 abril pag 29), y el costo se va a la astronómica cifra de $525 millones, mas los incrementos que con toda seguridad vendrán, igual que ocurrió con Autopistas del Sol en la vía a Orotina. Los peajes aumentarán a $4 por recorrido, en 30 años de concesión le produciría incontables ingresos a OAS, además de los consabidos incrementos durante ese período, para una carretera ya hecha, donde solo se amplían unos pocos kilómetros a los carriles existentes y se construyen algunos pasos a desnivel, pero la capacidad de la carretera es básicamente la misma, sobre todo de Manolo’s a San Ramón, pronto colapsaría. O sea un desperdicio billonario que no resiste un análisis de asignación óptima de esos recursos, mientras el Gobierno dispone del orden de $3 mil millones de préstamos del BID, BIRF, BCIE, CAF, para infraestructura a tasas de interés del 2 ó 3% anual. Así construimos en 1972 la carretera El Coco-San Ramon -ahora Bernardo Soto-, ha tenido una vida útil de mas de 20 años, financiada por el BCIE. Es parte vital de la ruta central del país y de la Carretera Interamericana, no procede entregarla 30 años a una concesionaria. ¿Por qué no seguir esa práctica en vez de entregar casi todo a las transnacionales, con un exorbitante aumento en su costo y reduciendo la capacidad ejecutiva y empresarial de Costa Rica. Para seguir la relojina, ahora viene la refinería china por mas de $1.800 millones (en El Salvador están haciendo una casi igual por 600 millones, o sea una tercera parte). Y después vendrá la concesión a otra empresa, también china, para ampliar la carretera a Limón. ¿No sería mejor anexarnos de una vez a España, China o Brasil? Saldría mas económico…

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