martes, 5 de febrero de 2013

Marco Antonio Jiménez, alcalde de Nicoya: “OTRO GOLPE CONTRA EL PUEBLO”


Marco Antonio Jiménez, alcalde de Nicoya:

“OTRO GOLPE CONTRA EL PUEBLO”

Ana V. Amenábar C.aamenabar@diarioextra.com
FOTO: cortesía de la Municipalidad de Nicoya

El alcalde de Nicoya recordó la frase del expresidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson, “Antes que un gobierno sin periódicos, prefiero periódicos sin gobierno”.
Los retrasos en la Asamblea Legislativa para modificar los artículos de la Ley de Delitos Informáticos que le ponen una mordaza a la libertad de prensa preocupan y enojan al alcalde de Nicoya, Marco Antonio Jiménez.
“La llamada “Ley mordaza”, sin lugar a dudas, constituye la amenaza más grave contra la libertad de prensa desde la Costa Rica de mediados del siglo pasado, cuando se produjeron los terribles hechos de 1948.
No termina uno de explicarse en qué estaban pensando los que dieron el apoyo a esta Ley, que ahora nos tiene con la amenaza del castigo en sede judicial cuando se obtienen informaciones que puedan lesionar a los gobernantes de turno”, indicó el jerarca.
Para el alcalde, el artículo que se refiere a la reprensión a los ciudadanos cuando se divulguen informaciones políticas secretas, “expele un terrible tufillo sectario adobado con ciertos aires estalinianos”
“Esa calificación es tan vaga que pareciera hecha a la medida de quienes dejan en las sombras todo acto de corrupción pública o privada. Es sospechoso que justo cuando el sistema político tradicional sufre los embates de la deslegitimación –cada día más manifiesta en las constantes protestas en las calles de todo tipo de gremios- se aprueben este tipo de adefesios, donde parece escasear la preeminencia del interés público”, comentó Jiménez.
El jerarca agregó que las libertades de prensa y de expresión siempre han constituido una de las fuerzas motoras que permiten el avance de las sociedades. Es por ello que en las naciones que se consideran más desarrolladas el papel de la prensa ha sido trascendental, como sucedió en el caso de “Watergate”, que llevó a la dimisión de un presidente estadounidense en los años 70. Esto llegó a que en la primera enmienda de la Constitución norteamericana se prohíba de manera tajante que el Senado y la Cámara de Representantes puedan aprobar una ley que busque limitar de alguna manera la libertad de prensa.
“Nuestra posición desde la tierra que se dio a la Patria por su propia voluntad, es que, abriguemos la libertad, siempre como un factor para el desarrollo de las sociedades, para que como siempre haya sido en Costa Rica, sepamos ser libres…”, finalizó el funcionario público.

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