A las funcionarias las apoya Olga Ching, quien calificó la red de nombramientos y “desnombramientos” de la Asamblea como un cartel de mafia laboral entre poderes de la República.
Ella refirió que su situación sucedió hace años, y tuvo que ver con un exdiputado que ocupaba hace poco más de diez años la primera secretaría, quien la intentó tocar y le enseñó incluso el pene y quería que se lo tocara, para hacer uso de su poder de nombrarla en una plaza de mayor jerarquía.
“Yo le dije que aquí no quería, sino afuera. Me dio su número, y cuando salí lo boté. Me dio asco porque trató también de besarme”, dijo Ching, quien dijo que al parecer esa persona quiere ser nuevamente diputado.
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