jueves, 27 de septiembre de 2012

No se mata la verdad matando periodistas. Posdata para Amado



Amado, me quedo pensando en el significado de tu nombre, en tu familia, en porqué no quieren hablar de tu asesinato. Han pasado ya varios años de tu muerte, la herida debe seguir abierta, el silencio como fruto de la impunidad. Pensando en cómo iniciar a contar tu historia, si éste fuera un homenaje para mí, me pregunto ¿qué me gustaría que destacara el autor?
Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa en Acapulco, Guerrero. Naciste en Oaxaca. De tu pueblo, Tlacamama, saliste rumbo a Acapulco aun siendo un niño. Estudiaste en la Ciudad de México para después regresar al puerto que te vio crecer y ser uno de los primeros periodistas licenciados en la localidad.
Hace más de cinco años fue seis de abril del 2007, el día en que te asesinaron. Tenías 50 años, más de una década trabajando como corresponsal, toda una vida dedicada al periodismo. En 1990 eras el reportero estrella del periódico local Novedades, habías trabajado en el Fideicomiso y como jefe de prensa del Instituto Mexicano del Seguro Social del estado, para después elegir la corresponsalía de la televisora en el puerto turístico.
Eras de los periodistas “más activos”, concuerdan tus ex compañeros de trabajo. Al señalar tu carácter te describen como “chambeador”, “súper movido”, “trabajador”.
Y lo eras. El día que te mataron Amado salías del edificio Nick, ubicado en la calle La Paz de la colonia Centro en Acapulco, después de conducir como todos los días junto con Misael Habana el noticiero de radio “Al Tanto”.
Era viernes santo y las calles del zócalo del puerto estaban llenas de turistas. Los testigos del crimen describen un asesino de aproximadamente 25 años, alto (1.80 metros), que te esperó. Subiste a tu automóvil, lo encendiste y te disparó.
Se escucharon seis disparos y un hombre gritó: “Para que no te vuelvas a meter con nosotros”, declaró Omar Palacios. Jesús Avilés Clemente también escuchó los disparos cuando caminaba por las calles José Azueta y La Paz, confirmó ver a un hombre guardándose la pistola debajo de la ropa. Lo mismo dijeron los hermanos Rodríguez Priego, ellos vieron un joven correr que intentó esconder el arma más “le quemó el cañón”. Lo anterior según las declaraciones primarias del expediente 87/2007-2
Mientras tu asesino huía caminando Amado, tú saliste del vehículo, agonizaste por minutos y falleciste en la entrada del hotel California. Otra versión habla de que el asesino te disparó por segunda ocasión en la espalda y te remató a la entrada del hotel. Los agentes del ministerio público encontraron seis casquillos percutidos calibre .38 súper.
Tu ex colega Erick Miralrío sostiene que él y su compañero del Periódico El Sur fueron los primeros en llegar a la escena del crimen: “Cuando llegamos estaba vivo todavía, después los paramédicos lo cubrieron con una manta. La mayoría de la gente que estaba ahí eran turistas. Poco a poco fueron llegando los reporteros, unos lloraron, otros se preguntaron porqué. Yo creo que nadie lo podía creer”, recuerda.
Tu cuerpo Amado, fue cremado. Tus cenizas esparcidas en el mar por tu esposa y tus dos hijas.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada descartó atraer tu caso, para ellos no existían evidencias de que el crimen organizado estuviera involucrado. Y luego, el 10 de abril, la Policía Federal  detuvo a dos sujetos presuntos responsables de tu asesinato. Se les encontró un revólver del mismo calibre con el que te mataron. Señalaron a Genaro Vázquez Durán como tu asesino. Leonel Bustos, su acompañante, lo incriminó al declarar en su contra.
¿Sabes? sobre la investigación se siguieron cuatro líneas: asunto pasional, narcotráfico, grupos guerrilleros y tu actividad profesional. Las pruebas hechas a la pistola encontrada a los presuntos responsables determinaron que no fue la misma arma utilizada en tu asesinato. Ningún testigo de la primera declaración volvió a presentarse.
¿Sabes? sobre los detenidos, en enero de 2008 el Ombudsman nacional, José Luis Soberanes, ordenó investigar la tortura e inconsistencia de testimonios. Vázquez Durán negó conocerte, pues trabajaba en Estados Unidos desde hacía 17 años.
¿Sabes? sobre la condena, en marzo del 2009 el juez José Jacobo Gorostieta, determinó un móvil pasional y sentenció a 38 años de prisión a Vázquez Durán por tu asesinato. Un año después el Primer Tribunal Colegiado le concedió el amparo y ordenó la reposición del proceso. Esto no se hizo porque no se encontraron a los testigos.
Tu compañero Aurelio Peláez intuye que tu asesinato estuvo bien planeado: “La oficina de Amado está en pleno zócalo. De donde lo mataron a unos 100 metros está un ministerio público con judiciales, es una zona muy vigilada en teoría. Debió haber sido una cosa muy planificada para que un carnicero solito lo haya hecho.”
¿Sabes? tu asesinato se contabiliza como el segundo de los cometidos contra periodistas durante el sexenio de Felipe Calderón. Tus colegas y familiares siguen exigiendo se investigue y resuelva tu asesinato.
Texto del libro No se mata la verdad matando periodistas, encabezado por Nuestra Aparente Rendición que recopila la historia de 126 periodistas asesinados y desaparecidos en México desde el año 2000.
Por Celia Guerrero

URL: http://colaper.com/magazin/?p=1412

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