domingo, 18 de marzo de 2012

El 14 de abril de 1.912 el TITANIC navega hacia Nueva York en el quinto día de su primera travesía. Mide 267 metros de largo, es tan alto como un edificio de 11 pisos. Era el barco más lujoso de la época. Llevaba 2.227 personas bajo el mando del capitán Edward Smith.


¿A este barco no lo hunde ni Dios?

Proverbios 1: 5- 7

titanic“Oirá el sabio y aumentará el saber, y el entendido adquirirá el concejo, paraentender proverbio y declaración, palabras de sabios y sus dichos profundos. El principio de la sabiduría es el temor a Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.
El 14 de abril de 1.912 el TITANIC navega hacia Nueva York en el quinto día de su primera travesía. Mide 267 metros de largo, es tan alto como un edificio de 11 pisos. Era el barco más lujoso de la época. Llevaba 2.227 personas bajo el mando del capitán Edward Smith.
El día anterior el barco Rappahanock ha advertido sobre la presencia de varios icebergs pero nadie presta atención. Son las 9 de la mañana y del barco Caronia llega otro aviso y otro más del Trasatlántico holandés Noordán, a las 11,40.
A la 1,30 el capitán muestra al presidente de la compañía dueña del barco un cuarto aviso del barco griego Athinai. Dice que hay inmensos icebergs en la ruta del TITANIC.
El capitán Smit consulta a J. Bruce Ismay vicepresidente de la compañía para bajar la velocidad del barco pero este no lo aprueba porque deseaba hacer el mejor tiempo en su viaje inaugural.
Llega otra advertencia del barco alemán Amérika y a las 7:30 P.M el barco Californian que va 50 millas adelante, anuncia el paso de tres icebergs gigantescos.
A las 9: 40 llega el séptimo aviso del barco Mesaba. A las 10: 55 el californian, atrapado en el hielo envía el octavo aviso. A las 11. 40 las vigías ven un iceberg 450 metros al frente, que después golpea al TITANIC por estribor.
Comienza un drama que termina a las 2:18 cuando el barco que ni “Dios puede hundir” como lo manifestó el presidente de la compañía, se parte en dos y mueren 1.517 personas. Es el mayor desastre marino hasta entonces por serios vacíos de humildad, decisión y liderazgo.
¿Cuántas veces te habla Dios y te muestra el camino? ¿Cuántos Icebergs haz evitado por escuchar los concejos de los sabios y cuantos te han partido en dos por tu desobediencia y proceder conforme al corazón?
Lo paradójico es que no solo te hundes tú por desobediencia sino que contigo te llevas a ingenuos e inocentes que no tienen porque pagar la responsabilidad de tus actos, o heredar tus batallas perdidas.
Ocho advertencias no fueron suficientes para que los radiotelegrafistas del TITANIC detuvieran su curso. J. Bruce Ismay vicepresidente de la Compañía y su actitud apática, egoísta y soberbia los lleva a la destrucción. Los oficiales encargados ignoraron las voces de alerta, cuando ya era un hecho el estrellón.
Lector, si te dijeron que por allí no es, que esa muchacha o muchacho no te conviene, que es mejor actuar diferente, que todo lo que siembras eso recoges, que pienses antes de hablar, que no te enamores de la mujer ajena, que no andes con esos amigos, que aproveches mejor el tiempo, y bla, bla, bla etc, escucha y aplica, prendido del poder que te da Dios para dominar tus impulsos.
Oye Dios avisa, advierte, respalda pero si no escuchas ya no es su culpa la consecuencia de tus actos. Por eso no te quejes cuando estés sufriendo por necio.
¿Quien no ha sido necio y obstinado, y cuantas lagrimas ha costado?
El asunto está en reconocer que solos no podemos lidiar con nuestras cargas, que Dios nos levanta cuando de corazón nos arrepentimos de nuestro mal proceder y reconocemos su grandeza y perdón. No somos perfectos, somos humanos y carnales pero fortaleciéndonos en las enseñanzas de Dios a través de Jesús es menos difícil ser esclavos de nuestra condición.
Amado lector que “A este barco no lo hunde ni Dios”… no se sea la frase ni el pensamiento de tu corazón. Y si es la frase de “otros” trabajo es que tienes para hablarle del poder del creador. O si no mira como terminó el TITANIC. Que ese no sea el caso de ningún ser humano que lea este artículo y se prenda de Dios para no caer en tentación o romper con lo que te ata.
Dios dice “no te creas más sabio que los demás, respeta al señor y aléjate del mal, pues eso será como medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos”
Proverbios 3:7

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