jueves, 15 de marzo de 2012

CARTA DEL SEÑOR MARIO DEVANDAS AL PUEBLO DE COSTA RICA SOBRE LA CCSS.


San José, 15 de marzo del 2012.

Estimadas amigas y amigos


Debo agradecer todas las manifestaciones de apoyo, que por diversas vías, he recibido por la elección de que fui objeto, por parte de una amplia mayoría del movimiento sindical, para representar a los trabajadores en la Junta Directiva de la CCSS.
Aunque  desde luego es  un gran honor para mí, no le entiendo como un triunfo personal, sino como parte de la lucha que debe dar nuestro pueblo para impedir que se continúe destruyendo a esa Institución.
Cuando varias compañeras y compañeros me propusieron aceptar la candidatura, les hice ver antes de aceptar el compromiso, que estaba seguro de que el Gobierno impondría cualquier maniobra para impedir una voz y una actitud disonante en esa Junta Directiva. Ya esa conducta se había mostrado cuando deshicieron una comisión nombrada para estudiar los problemas de la CCSS, con el único y evidente propósito de impedir mi participación. No me equivoqué y la posición gubernamental me confiere un honor adicional y me dispone a un mayor compromiso.
Lo que realmente no esperaba es que algunos dirigentes sindicales se decidieran a asumir una posición colaboracionista con el Gobierno para perpetrar una maniobra antisindical, antidemocrática, antipopular y violatoria de los derechos humanos.
Así son las luchas populares, así es la naturaleza de los enemigos del pueblo, así es la debilidad y el oportunismo de determinadas personas.  
Quienes consideran que para ganar la elección no era necesaria la participación de la ANDE y de la APSE, desde el punto de vista cuantitativo tienen razón, pero no desde el punto de vista cualitativo. Fortalecer la unidad de los más consecuentes, además de ser un problema de principios,  debe ser siempre un objetivo prioritario.
Desde el punto de vista estratégico esta es una lucha que estamos ganando. El gobierno se muestra en su plena naturaleza con esta maniobra. El movimiento popular encuentra una buena posibilidad para fortalecer su unidad y sanear sus filas. Nuestros enemigos se equivocan y hacen que nuestra lucha se fortalezca. Pensaban que les iba a resultar fácil seguir contando con la docilidad dentro de la Junta Directiva, pero las cosas se les complicaron, ahora es el momento avanzar hacia una nueva etapa, el hierro hay que forjarlo en caliente.
Ya la respuesta popular en defensa de  la CCSS empieza a mostrar sus primeros brotes: El pueblo de Grecia y el de Siquirres, nos han empezado a señalar el camino. La misma elección que realizamos en el auditorio de la Conferencia Episcopal, es parte destacada de esa respuesta.
Es necesario que evaluemos con cuidado  la situación en que nos encontramos, que preparemos adecuadamente nuestras acciones, que aprendamos las lecciones que nos dejaron el Combo y el TLC, porque dentro de poco tiempo nuestro pueblo estará en las calles defendiendo a la CCSS.
No hay que desfallecer, debemos convertir nuestra justa rabia en energía para organizarnos e incrementar la intensidad y la calidad de nuestra lucha.
Reitero a todas y a  todos ustedes que cada día trataré de mantener el compromiso de lucha por mi pueblo que asumí desde mis años juveniles.

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