El Tribunal Contencioso Administrativo condenó al Estado costarricense, a la empresa canadiense Industrias Infinito y al Área de Conservación por irregularidades en la concesión y permisos ambientales otorgados al proyecto minero Crucitas, cuyos residios contaminantes irían a parar al nicaragüense río San Juan. El fallo del tribunal deja abierta la posibilidad de una demanda contra el ex presidente Oscar Arias, cuya administración brindó dicha concesión.
Los jueces del Tribunal hace pocos minutos ordenaron anular los permisos ambientales y concesión otorgados por el Estado a Industrias Infinito; así como pagar los daños causados por la tala raza de árboles en la mina, ocurrida hace dos años cuando el entonces presidente Oscar Arias emitió un decreto ejecutivo que declaró de interés público y conveniencia nacional el proyecto.
En ese sentido, los jueces remitirán el caso al Ministerio Público para que valore la posibilidad de demandar a varios ex funcionarios públicos, incluidos el ex presidente Arias y su entonces ministro Roberto Dobles, quienes firmaron el decreto.
Esta tarde el Tribunal Contencioso dictó el "por tanto" del juicio y los argumentos del fallo serán dados el 14 de diciembre.
El gerente de Industrias Infinito, Juan Carlos Obando, había adelantado que de tener un fallo adverso, apelará la sentencia ante la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia. También habló de la posibilidad de una demanda internacional contra Costa Rica.
Fuera del tribunal grupos ambientalistas empezaron a celebrar el fallo a favor.
La fase oral de este proceso inició el pasado 4 de octubre, sobre las demandas presentadas por el biólogo Jorge Lobo y la Asociación Preservacionista de Flora y Fauna (Apreflofas).
Las demandas versaban sobre irregularidades en los permisos ambientales y la concesión minera, así como contra el decreto ejecutivo de hace dos años que avaló la minería; lo cual el Tribunal les dio la razón.
El proyecto de minería a cielo abierto Crucitas, pretende extraer oro con uso de cianuro en Cutris de San Carlos, una zona fronteriza con Nicaragua.
Los ambientalistas consideran que la contaminación del San Juan ocurriría por el arrastre de sedimentos y a través de mantos acuíferos internos y superficiales. En ese sentido han explicado que hay muchos nacientes que desembocan al San Juan por medio del costarricense río Infiernillo, el cual se vería contaminado por cianuro.
También ha manifestado que hay un manto acuífero subterráneo que Costa Rica comparte con Nicaragua, el cual también sería contaminado porque se encuentra a una profundidad de 73 metros y la empresa proyecta excavar 75 metros para extraer oro en un área de 52 hectáreas.
El proyecto minero Crucitas se ubica a unos tres kilómetros en línea recta del San Juan.
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