El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense, SEC; lamenta profundamente el incidente violento ocurrido el 1º de Julio en un colegio privado en Heredia, donde un estudiante menor de edad disparó a la directora de su centro educativo.
Consideramos que este hecho debe ser analizado con seriedad, y requiere de una investigación minuciosa, que permita aclarar los motivos que derivaron en una acción como esta. Deploramos que el tema sea tratado por la prensa como un suceso sangriento más y que juzguen duramente al estudiante involucrado. Más allá del hecho delictivo, es necesario que este joven reciba un trato adecuado con su condición, en especial por ser aún menor de edad, y porque las causas por las que habría tomado esta decisión son confusas. Esperamos y confiamos en la pronta y completa recuperación de la persona afectada, la cual también debe recibir un tratamiento adecuado al hecho.
Lamentamos que no exista un protocolo de protección para los docentes que sirva para prevenir estos incidentes, y que garantice a los miembros de la comunidad educativa su seguridad e integridad. El Ministerio de Educación debe tomar las medidas necesarias para impedir que una acción como esta se repita, tal y como ha ocurrido en otras naciones como en los Estados Unidos.
Este tipo de hechos evidencian el alto nivel de violencia en que vivimos en nuestra sociedad actual. Día a día, los medios de comunicación nos bombardean con imágenes de homicidios, represión, violaciones, y todo tipo de hechos sangrientos. Cada vez se vuelve más común que la sociedad fomente la violencia en juegos, como entretenimiento y mercancía rentable. La propia convivencia en la sociedad se ve marcada por el racismo, la discriminación de toda naturaleza, las profundas diferencias sociales, y otros múltiples factores que impiden el bienestar mental de todas las personas. Y por supuesto, este fenómeno se ve reflejado en el sistema educativo.
La comunidad educativa entera debe entrar en un proceso de reflexión y crítica. Es normal que en los centros educativos surjan diferencias y roces entre estudiantes, docentes, trabajadores y padres de familia, los cuales en algunos casos se ahondan y generan conflictos mayores. Sin embargo, la solución a estos problemas no es la violencia. Cada una de las personas que integran nuestro sistema educativo, hoy más que nunca, deben fomentar una convivencia armoniosa. Pertenecemos a una enorme comunidad, y como tal, es necesario el más absoluto respeto entre todas las partes.
Gilberth Díaz Vásquez
Presidente
Marvin Rodríguez Cordero
Secretario General
Jorge Luis Solís García
Secretario de Promoción y Relaciones Públicas
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