La temporada de tormentas del Océano Atlántico, que comienza este martes, podría ser la más intensa desde 2005 cuando se registraron 15 huracanes y, en concreto, el ‘Katrina’ se cobró la vida de más de 1.500 personas.
Además, la situación en la que se encuentra Haití tras el devastador terremoto del pasado 12 de enero, hace que los meteorólogos tengan los ojos puestos en esta isla.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos prevé que habrá entre 14 y 23 tormentas, de las cuales entre 8 y 14 podrían derivar en huracanes. De éstos, existe la posibilidad de que entre 3 y 7 alcancen rachas de viento de más de 170 kilómetros por hora.
De cumplirse los pronósticos, 2010 podría ser uno de los años más huracanados que se recuerdan, y será necesario interrumpir las operaciones de extracción de petróleo y gas en el golfo de México e incluso el mal tiempo perjudicaría también a las labores de limpieza del crudo vertido por la plataforma petrolífera de BP desde la explosión del 20 de abril.
La temporada de huracanes comienza oficialmente el 1 de junio y generalmente los picos se producen entre finales de agosto y mediados de octubre. La media que suele registrarse en la temporada de huracanes del Atlántico es de 11 tormentas tropicales con seis huracanes, siendo dos de ellos de gran importancia, según la NOAA.
La temporada 2009, que fue la más tranquila desde 1997 con sólo tres huracanes debido en parte a la anomalía meteorológica de El Niño, venía precedida de varios años de actividad inusualmente intensa, y que fue particularmente perjudicial para los suministros de energía en EE.UU.
“Si pasa por Haití, será una catástrofe”
Con este panorama, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU. ha expresado su gran preocupación por el impacto que esta temporada de huracanes pueda tener en Haití.
“Mi principal preocupación es lo que pasará en Haití. Si se forma una tormenta de más de 160 kilómetros por hora y atraviesa ese país podemos tener una catástrofe”, ha advertido Bill Read, director del CNH, con sede en Miami.
Read ha recordado que en 2008 murieron unas “mil personas” en Haití por inundaciones causadas por las lluvias torrenciales de las tormentas y huracanes que afectaron el Caribe. A eso hay que sumarle más de un millón de personas que están en la calle porque sus casas fueron destruidas por el terremoto de enero pasado y no cuentan con una estructura sólida que los proteja de los vientos de un huracán.
“Lamentablemente no es mucho lo que podemos hacer porque no podemos construir estructuras de la nada que resistan vientos huracanados para esa cantidad de personas. Simplemente es imposible hacerlo”, ha insistido el meteorólogo.
Haití fue devastada por un poderoso terremoto de 7 grados en la escala de Richter el pasado 12 de enero que dejó unos 300.000 muertos, igual número de heridos, cerca de un millón de damnificados y se encuentra en un incipiente proceso de reconstrucción. Los haitianos en Puerto Príncipe aún viven en tiendas de campañas, rodeados por escombros y sobreviviendo con ayuda de donantes internacionales.
“Si solo una o dos fuertes pasan sobre Haití con más de un millón de personas en tiendas de campañas, eso sería suficiente para calificar a la temporada como catastrófica”, ha advertido el director del CNH.
Alerta temprano
Siete de los 14 huracanes pronosticados podrían ser clasificados como “mayores” (categoría de 3 a 5) con ráfagas de 111 millas por hora o mayores. Estas previsiones tienen un 70 por ciento de posibilidades de volverse reales, indicó Jane Lubchenco, subsecretaria de Comercio encargada de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOOA).
Pero la funcionaria anunció que este año el Centro Nacional de Huracanes en Miami comenzará a emitir advertencias y vigilancias de tormenta tropical y de huracán 12 horas antes que en años previos.
En el Golfo de México, donde a menudo penetran estos fenómenos meteorológicos, un huracán podría tener un impacto en la marea negra: “El petróleo podría ser transportado a tierra por las olas”, estimó Lubchenco, subrayando que los vientos podrían también mezclar el crudo con el agua y acelerar su degradación natural.
Tres factores principales presagian esta actividad, explicó la funcionaria.
Nombres de ciclones tropicales
Los siguientes nombres serán usados para los ciclones tropicales nombrados que se formen en el Océano Atlántico en 2010. Los nombres retirados, en caso de existir, serán anunciados por la Organización Meteorológica Mundial en la primavera 2010.
Los nombres no retirados de esta lista serán usados nuevamente en la temporada 2016. Esta es la misma lista que se usó en la temporada 2004, a excepción de Colin, Fiona, Igor y Julia, que reemplazan los nombres de cuatro huracanes mayores que tocaron tierra en Florida, EE.UU., en 2004: Charley, Frances, Iván y Jeanne, respectivamente.
Los siguientes nombres serán
usados para los ciclones tropicales
usados para los ciclones tropicales
• Alex (sin usar)
• Bonnie (sin usar)
• Colin (sin usar)
• Danielle (sin usar)
• Earl (sin usar)
• Fiona (sin usar)
• Gaston (sin usar)
• Hermine (sin usar)
• Igor (sin usar)
• Julia (sin usar)
• Karl (sin usar)
• Lisa (sin usar)
• Matthew (sin usar)
• Nicole (sin usar)
• Otto (sin usar)
• Paula (sin usar)
• Richard (sin usar)
• Shari (sin usar)
• Thomas (sin usar)
• Virginie (sin usar)
• Walter (sin usar)
• Bonnie (sin usar)
• Colin (sin usar)
• Danielle (sin usar)
• Earl (sin usar)
• Fiona (sin usar)
• Gaston (sin usar)
• Hermine (sin usar)
• Igor (sin usar)
• Julia (sin usar)
• Karl (sin usar)
• Lisa (sin usar)
• Matthew (sin usar)
• Nicole (sin usar)
• Otto (sin usar)
• Paula (sin usar)
• Richard (sin usar)
• Shari (sin usar)
• Thomas (sin usar)
• Virginie (sin usar)
• Walter (sin usar)
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