Adrián y Mario Oporta amarraban ayer un árbol de ciprés al techo de su carro a un lado de la carretera hacia el Zurquí.
“El olor a ciprés en la casa no nos puede faltar en diciembre”, dijo Mario, vecino de Paso Ancho, para quien decorar el árbol en familia es una tradición.
Calles atestadas, tránsito a reventar y un lunes de clima espectacular y de hormigueo por donde quiera fuese uno, sirvieron de marco a la víspera del mes más esperado del año.
Este diciembre, a la sombra de la peor crisis económica que azotó el mundo, es más que esperado y se asoma con aguinaldos, compras, toros y fiestas para celebrar el fin del año.
En los próximos 23 días se iluminará todo lo que usted pueda imaginarse y, precisamente, anoche le tocó el turno a las calles josefinas, en un acto oficial en el parque central de San José.
Hoy le tocará a la fachada del Museo de los Niños y al portal del Teatro Nacional. Las dos actividades iniciarán a las 6 p.m.
Para el próximo jueves está programada la iluminación del árbol del Hospital de Niños, a partir de las 5 p.m.
Pastoras, luces
Hannia Rojas, vecina de San Pablo de Heredia, compraba en el vivero El Zamorano, varias pastoras para decorar el templo católico de su comunidad.
Mientras, María Isabel Campos, oriunda de San Antonio de Coronado, aprovechó ayer para adquirir algunas luces en un “chinamo” ubicado en Guadalupe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario