| Ni firme ni honesta. La potencial designación como diputados de personajes cuestionados, como el empresario autobusero Oscar Alfaro Zamora, muestran a la candidata liberacionista Laura Chinchilla como todo lo contrario: débil y deshonesta... Ni firme ni honesta. La potencial designación como diputados de personajes cuestionados, como el empresario autobusero Oscar Alfaro Zamora, muestran a la candidata liberacionista Laura Chinchilla como todo lo contrario: débil y deshonesta. Débil porque se le impone un sujeto que antes, como Tesorero del PLN, la atacó y denunció públicamente por el mal manejo de dineros como jefa de campaña de Rolando Araya, y deshonesta porque se somete a lo que parece ser producto de un nuevo chantaje del autobusero empeñado en ser político. Oscar Alfaro, el empresario de transporte público dueño de Transnica y Transportes Deldu, ha perfeccionado un sistema de clara naturaleza extorsiva para “candidatearse” a cargos públicos. Investiga y recoge información del candidato, averigua sus secretos y en forma calculada lo denuncia por corrupción a través de la prensa. Luego, aprovechando la debilidad y deshonestidad del candidato o candidata en cuestión, logra que el denunciado le garantice a él ser electo a un cargo público favorable a sus intereses empresariales. Entonces muere la denuncia de Alfaro. Alfaro Zamora lo hizo en el 2002 con los hermanos Rolando y Johnny Araya Monge, y con Laura Chinchilla; estos dos últimos encargados de las finanzas electorales del primero como candidato a la presidencia. ¿Podemos olvidar acaso que Oscar Alfaro, constituido en Secretario del Tribunal de Ética del Partido Liberación (PLN), exhibió a Johnny y a Laura como responsables de las irregularidades que se dieron con fondos de campaña por cientos de millones de colones? Recordemos que para callarlo Johnny Araya lo designó como su candidato a vicealcalde, nominación a la que Oscar Alfaro se vio obligado a renunciar en medio de un escándalo. A la sazón, Julio Rodríguez, columnista del diario la Nación, expresó: “El caso del actual tesorero del Partido Liberación Nacional Oscar Alfaro (…) forma parte de una escuela, de un estilo de política que (…) se presumía desaparecido de Costa Rica (…) la escuela de la maniobra política.” “…una pizca de respeto a sí mismo debió haberlo impulsado a renunciar, por ofensiva, a la sola propuesta de aceptar la vicealcaldía por San José.” A la periodista de Diario Extra Betania Artavia le dijo Alfaro que: “Laura Chinchilla no puede evadir la responsabilidad en el manejo de las finanzas de campaña” y afirmó: “esas denuncias me tienen preocupado y por eso pedí cuentas a Laura Chinchilla; su contestación no me satisfizo porque dice que las respuestas debe darlas el Secretario General, cuando estos son temas de campaña y debería manejarlos ella, me parece que simplemente no se quiere responder y se usan evasivas.” ¿Cómo, si no es en razón de un chantaje sobre la candidata presidencial Chinchilla, logra Oscar Alfaro que esta lo imponga en uno de las cinco primeros puestos para diputado por la provincia de San José? No, una persona firme y honesta jamás cedería en esa forma. Urge saber qué sabe Oscar Alfaro que obliga a Laura a ceder a su nueva jugarreta. Campanada 594 Carlos Roberto Loría Quirós |
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