miércoles, 1 de julio de 2009

Washington quiere a Zelaya de vuelta pero inhabilitado políticamente








¿ESTUVO EEUU DETRAS DEL GOLPE DE ESTADO EN

HONDURAS ?


En primera instancia, el gobierno norteamericano estaba implicado en el golpe. Desde muchos ángulos podemos hacer el análisis. Primero está el hecho de que los militares hondureños no funcionan sin consultar a los asesores presentes en ese país", dijo Petras.



El gobierno de los Estados Unidos estuvo detrás del golpe de Estado al presidente José Manuel Zelaya, pero el repudio mundial a ese hecho lo ha puesto a negociar con los mandos militares de Honduras, la posibilidad de que el presidente depuesto reasuma su cargo, pero en condiciones tales que le sea muy difícil continuar la línea de relaciones que mantiene con los países del Alba y, en particular, con el presidente Chávez.


Así lo consideró el analista y académico estadounidense, James Petras, en entrevista exclusiva con la Agencia Bolivariana de Noticias, sobre la situación que se vive en Honduras.

A su juicio, el gobierno norteamericano está implicado en el golpe de Estado en Honduras: "En primera instancia, el gobierno norteamericano estaba implicado en el golpe. Desde muchos ángulos podemos hacer el análisis. Primero está el hecho de que los militares hondureños no funcionan sin consultar a los asesores presentes en ese país".

Petras dice que los asesores estadounidenses están en todos los niveles de la jerarquía militar hondureña. "Eso primero; estructuralmente es imposible que los militares hondureños muevan un dedo sin consultar con los asesores de Estados Unidos".

"Segundo -explica- el gobierno de Obama está muy enojado por el hecho de que Zelaya está en alianza con Chávez y tomando medidas económicas de ayuda y en asociación con el Alba".

Señala el analista que hasta ahora el Gobierno de Obama no ha reconocido que hubo un golpe militar "y no han cortado ninguna ayuda ni relaciones con el gobierno golpista".

Dice que todas las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno de Washington, son reacciones forzadas por el repudio mundial al golpe.

"En principio -puntualiza- no denunciaron el golpe y es sólo después que toda la región de América Latina condena el golpe, después de muchas vacilaciones y para no quedar aislados, que tomaron la posiciones de las Naciones Unidas, OEA y demás organismos internacionales, pero siempre con mucha reticencia porque no quieren debilitar a sus aliados que son los militares y la oligarquía".

Indicó que en las discusiones en las Naciones Unidas sobre el tema, la delegación de Estados Unidos prolongó las deliberaciones por cuatro horas, para moderar la declaración final.

Y añade que mientras los países de América Latina retiran sus embajadores, Washington mantiene su embajador.

"Ahora están tratando de evitar que Zelaya vuelva al país como presidente y, si vuelve, lo haría en un marco institucional que debilita su política en alianza con Chávez. No hay duda de que Obama pensó que podía darse el golpe sin mayores consecuencias".

"Ahora otra vez tenemos un efecto boomerang. Cada vez que Obama trata de proyectar el poder estadounidense, bien sea en Afganistán, o en relación con la política económica, el plan de estímulos financieros o lo que sea, lanza la política y después tiene que replegarse, porque en el momento actual no es posible que pueda seguir la política imperialista de los anteriores presidentes", expresa.

- ¿Cuál cree que será el desenlace de esta situación cuando Zelaya se presente el sábado en Tegucigalpa?

- Todo dependerá del grado de apoyo que siga prestando Estados Unidos. Si siguen sin caracterizar a ese Gobierno como golpista, y sigue la ayuda y sigue el embajador, creo que puede fracasar la visita de Zelaya.

Petras toma unos segundos de pausa y continúa: "Yo creo que están negociando con los golpistas ahora, tratando de minimizar los efectos de la visita; tratando de separar la OEA y los presidentes de Ecuador y Argentina de Zelaya. Pienso que si tratan de arrestar a Zelaya eso va a provocar una gran crisis en todo el continente y eso pondría a los Estados Unidos en una posición muy incómoda".

Insiste en la importancia del apoyo de los Estados unidos al gobierno golpista, porque a su juicio, Honduras puede vivir sin un asiento en la OEA , pero no sin el 85% de su comercio con el país del norte.

"Pero mucho dependerá del grado en que Washington consiga debilitar completamente a Zelaya, para que vuelva como un presidente impotente, que no pueda lanzar ni la consulta ni el referendo. Yo creo que Washington está buscando eso".

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