El presidente depuesto Manuel Zelaya aseguró que en Honduras "la guerra civil ya comenzó", y anunció su regreso al país a partir de mañana "por cualquiera de los puntos fronterizos que tiene Honduras con Guatemala, El Salvador o Nicaragua".
En declaraciones que reproduce el diario argentino La Nación, Zelaya recordó el plazo de 72 horas (que vence mañana) solicitado por el presidente tico Oscar Arias, luego que las negociaciones prácticamente fracasaran el pasado domingo, tras dos días de reuniones entre las comitivas michelettistas y zelayistas.
"El mediador (Arias) les dio 72 horas (hasta mañana miércoles) a los golpistas para que acepten el mandato de la Organización de los Estados Americanos (OEA), es decir, la restitución del presidente legítimo", dijo Zelaya.
Además, aseguró que "el pueblo hondureño se está moviendo a las fronteras para que, cuando se cumpla ese plazo de 72 horas, podamos entrar por cualquiera de los puntos fronterizos que he mencionado. Sólo Dios puede impedir mi regreso. Y le puedo asegurar que Dios no está con los golpistas; está de nuestro lado. Mi entrada en Tegucigalpa va a ser apoteósica".
En la reunión del fin de semana, Arias hizo una propuesta (Ver: documento) cuyo primer punto trata sobre la restitución de Zelaya. La comitiva michelettista la rechazó tajantemente y presentó una contrapropuesta (Ver: documento) en la que se acepta el retorno de Zelaya a Honduras, pero para que enfrente a la justicia por los cargos que se le imputan. (Ver: Requerimiento fiscal contra Manuel Zelaya).
En ese sentido, el ex presidente dijo hoy que acepta "los siete puntos que el presidente Arias propuso como punto de partida para un acuerdo", y advirtió que "los que han ultrajado esa mediación han sido los golpistas, al rechazar el punto principal expuesto por Arias: la restitución presidencial".
Su regreso a Honduras, dijo el ex presidente que se encuentra en Managua, Nicaragua, sería desde "un punto terrestre, quizá por algún punto aéreo, o quizá por la frontera marítima; las posibilidades son muchas".
Zelaya aseguró a La Nación que en Honduras ya comenzó una guerra civil, "ya hay sangre corriendo sobre la memoria de los golpistas".
Entrevistado también por radio Cooperativa de Chile, Zelaya dijo que su derecho a vivir y ejercer el poder en Honduras es "irrenunciable".
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