El Cardenal católico de Honduras, Oscar Rodríguez Maradiaga, reiteró que apoya la acción de los militares de su país para desplazar del poder al Presidente Constitucional, Manuel Zelaya Rosales. En entrevista con el Jacobo García, periodista del diario El Mundo, de España, recalcó que “Zelaya no tiene ya ni autoridad jurídica ni moral', y le pidió que no insista en su retorno a la Presidencia de la República de Honduras.
Rodríguez Maradiaga, quien estuvo a punto de convertirse en Papa hace cuatro años, fue considerado entonces un hombre demasiado progresista para llegar al Vaticano, lo que no le ha impedido posicionarse ahora, y con claridad, ante todo lo sucedido en Honduras, dice García.
Tras el comunicado de apoyo al gobierno de facto de Roberto Micheletti su nombre ha pasado desde entonces ha ser uno de los más pintarrajeados en las calles de Tegucigalpa junto a la palabra 'golpista', precisa El Mundo. Dijo que conoce bien a Zelaya, han hablado mucho durante años e incluso fue su profesor décadas atrás, pero insiste en que no fue un golpe de Estado lo sucedido la noche del 28 de junio y critica la visión que de los hechos tiene la comunidad internacional.
Sin excusas, el Cardenal señala que a la comunidad internacional le ha ocurrido lo mismo que dice el Salmo: "Tiene ojos y no ve, tiene oídos y no escucha, tiene lengua y no habla". Tristemente no han querido ver la realidad ni lo que aquí estaba pasando.
“Lo que pasa en Honduras no es sólo lo que pasó la noche del 28 de junio, es algo que algo que viene ocurriendo desde hace un año cuando el ex presidente Zelaya apuesta por el ALBA (Alianza Bolivariana) y por un proyecto bien definido para cambiar la Constitución”, según el Príncipe de la Iglesia Católica
Sostiene que en los últimos días (antes del 28 de junio) “hay una constante violación de leyes por parte del poder Ejecutivo. El presidente llega a asaltar con una turba la Fuerza Aérea, donde estaba el material para la consulta ilegal que pretendía hacer, resguardada por orden judicial”. Al ser consultado sobre el Golpe de Estado, reiteró que no lo fue, “porque si usted ve los pasos dados, son los previstos en la constitución. Golpe hubiera sido si el jefe de Estado fuera un militar, si los ministros fuera militares y si se hubiera disuelto el congreso o la corte suprema de justicia. Aquí incluso algunos ministros del gobierno anterior siguen siendo ministros. Lo que hizo el Ejército fue cumplir una orden de un juez”. Sin embargo, el Cardenal Rodríguez no justifica que hayan sacado a la fuerza a su ex amigo y ex alumno del país, y enviado en un avión a Costa Rica. “Ese es el punto más negativo de todo lo que ha pasado. Lo condeno absolutamente pero pensaron que en ninguna cárcel del país iba a ser posible garantizar su seguridad ni evitar su fuga”, dijo. 'La misión de la Iglesia no es optar por una posición concreta si no tratar de buscar la reconciliación y la paz', proclamó el Cardenal quien en la entrevista no se refirió a la muerte y encarcelamiento de opositores al golpe.
“La Iglesia católica tiene fieles entre los partidarios y los detractores de Zelaya y nuestra misión no es optar por una posición concreta si no tratar de buscar la reconciliación y la paz y por eso me llaman ahora el cardenal golpista. No soy golpista y yo he trabajado más que muchos de los que ahora me llaman golpista para que aquí no hubiera golpes militares”, aseguró. Rodríguez, ex papable, aseguró que “la Santa Sede confía en obispos locales y suponiendo que me desautorizara la Santa Sede lo haría con los once obispos de Honduras que firmaron el comunicado después de documentarnos y en conciencia. El político puede que haga componendas pero el religioso no puede pactar cuando su conciencia le marca un camino”.
Sin embargo, El Mundo no dio cuenta de la posición de la diócesis de Occidente, Santa Rosa de Copán, firmada por su titular, donde dos días antes de la declaración del Cardenal condenaba el Golpe de Estado, la represión y la censura a los medios de comunicación. Por otra parte, el Cardenal consideró que el conflicto “es consecuencia de la injusticia social en la que se ha vivido. Zelaya infundó esperanza a las clases más pobres porque supo hacer cosas buenas y dio esperanza. La misma clase política tiene que entender que las cosas no pueden seguir como hasta ahora y que si no se hace un esfuerzo para luchar contra la corrupción y las condiciones de pobreza se puede llegar a una situación que no queremos.
En otro orden de cosas, Maradiaga se refirió a la división del pueblo, al señalar que “Ni en los tiempos de las guerras centroamericanas en Honduras hubo el odio de ahora, y es un odio de clases. Y es algo que aparece de forma sistemática. Mel Zelaya tenía asesores y el odio de clases era la estrategia. Nosotros queremos la paz. Y el que dude que la quiero, el que por cumplir un deber de conciencia me llame golpista, está siendo injusto”.
Sobre el retorno del Presidente Constitucional dijo que “faltan meses para que acabe este gobierno y me pregunto con quien gobernaría. Zelaya no tiene ya ni autoridad jurídica ni moral. La jurídica la perdió porque violó las leyes y la moral con su discurso lleno de falsedades. Entonces a que va a volver un gobierno que fracasó. Lo más patriótico sería retirarse, lo demás es tratar de imponer a toda costa el proyecto de Hugo Chávez. Y si eso sigue adelante nos prepararemos para la esclavitud”.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/12/internacional/1247374537.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario