domingo, 5 de julio de 2009

Derrocado Zelaya viaja a Honduras pese advertencias

* Zelaya planea viajar al país desde Washington

* Gobierno interino dice le prohibirá aterrizar

* Honduras fue suspendido de la OEA por golpe

(Actualiza con citas Zelaya y manifestantes, cambia autor)

Por Gustavo Palencia y Enrique Andrés Pretel

TEGUCIGALPA, jul 5 (Reuters) - El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo que volará el domingo de regreso a su país a pesar de que el Gobierno interino advirtió que no lo dejará aterrizar, mientras sus simpatizantes marchaban hacia el militarizado aeropuerto internacional de Tegucigalpa.

Zelaya partirá desde Washington, donde el sábado una asamblea extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) suspendió a Honduras como castigo por la destitución del mandatario, que fue sacado a punta de rifle hace una semana por militares y enviado a Costa Rica.

El depuesto presidente tenía previsto aterrizar en el aeródromo de la capital, que está rodeado por militares, después de las 15.00 horas local (2300 GMT) acompañado del presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D'Escoto.

Otro avión con los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Fernando Lugo, irán hacia El Salvador. También viajará con ese grupo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

"Hoy dos comisiones saldrán para Honduras. Una directamente para Tegucigalpa, que va encabezada por su servidor, el presidente de Honduras", dijo Zelaya en una rueda de prensa desde Washington.

Pero, el Gobierno interino anunció temprano que no permitirá el aterrizaje de ningún avión que traiga a Zelaya en ningún aeropuerto del país. Zelaya tiene órdenes de arresto por abuso de poder, entre otros cargos, por intentar realizar una consulta popular que había sido prohibida por un juez.

"He ordenado que no se deje entrar, venga quien venga, para no cometer la imprudencia que vaya a morir un presidente de la república, que vaya a ser herido un presidente de la república, que vaya a morir una persona", dijo el canciller interino, Enrique Ortez, a la radioemisora local HRN.

"Hay órdenes de que no van a entrar", agregó.

SIMPATIZANTES ZELAYA SE PREPARAN

Varias aerolíneas habían cancelado sus vuelos, aunque el aeropuerto de Tegucigalpa no había sido cerrado. La terminal aérea tenía fuerte vigilancia con militares y policías y manifestantes que piden el retorno del depuesto mandatario marchaban hacia el lugar.

"El pueblo exige este regreso. Al gobierno de (Roberto) Micheletti sólo lo apoyan los empresarios y los ricos, a quienes no le importan la gente humilde", dijo Julián Manzanares, de 51 años, un perito mercantil que se unía a miles de manifestantes que se concentraban en una plaza pública.

Muchos de los simpatizantes de Zelaya vestían camisetas rojas y tenían la cara tapada con pañuelos y palos en sus manos.

Zelaya, un político del Partido Liberal, uno de los dos tradicionales de Honduras, irritó en los últimos meses a empresarios y políticos, incluso de su propio partido, cuando su discurso dio un giro a la izquierda y se alió con el presidente venezolano, Hugo Chávez.

Algunos países del organismo le aconsejaron no regresar, debido a que temen brotes de violencia en la empobrecida nación centroamericana, donde durante la semana se sucedieron multitudinarias marchas a favor y en contra del líder hondureño en su mayoría pacíficas.

También el influyente arzobispo de Honduras, Oscar Andrés Rodríguez, pidió a Zelaya no regresar para "evitar un baño de sangre" en una cadena nacional del sábado que fue repetida la mañana del domingo.

Las autoridades interinas mantienen un toque de queda y han silenciado varios medios favorables a Zelaya, pese a que las instituciones y comercios siguen funcionando normalmente durante el día. El domingo de mañana muy pocos medios informaban sobre un posible regreso de Zelaya.

La suspensión de la OEA, decidida en una asamblea extraordinaria en Washington, implicará sanciones económicas para Honduras y agudizaría los efectos de la crisis mundial en el país exportador de café y textiles, muy dependiente de los préstamos de organismos multilaterales.

Insulza recomendó la suspensión luego de viajar el viernes al pequeño país de casi 8 millones de habitantes para tratar, sin éxito, que el Gobierno interino que encabeza Roberto Micheletti devolviera el poder a Zelaya.

Micheletti dijo que el país está dispuesto a aguantar las sanciones derivadas de la suspensión de la OEA y reiteró que entregará el poder en enero al ganador de las elecciones previstas para el 29 de noviembre.

"Estamos dispuestos a hacer un enorme sacrificio para poder lograr el objetivo (de llegar hasta las elecciones)", dijo a la cadena de televisión CNN horas antes de la decisión de la OEA.

El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron que congelarán los préstamos al pequeño país centroamericano, donde más de un 70 por ciento e sus casi ocho millones de habitantes viven en la pobreza, mientras que Chávez anunció que no les enviará más petróleo.

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