CARACAS, 15 feb (IPS) - Venezuela sufragó en calma y con pocos incidentes este domingo en un nuevo referendo con sabor a plebiscito, para decidir si se enmienda la Constitución de modo que se autorice la reelección continua del presidente de la República y demás cargos surgidos del voto popular.
"Con este referendo se decide mi destino político", dijo el presidente Hugo Chávez al depositar su voto, con lo que acentuó el carácter plebiscitario de esta consulta.
Como en otras ocasiones desde 1998, sean referendos, elecciones presidenciales, parlamentarias o regionales y locales, el debate se centró en la figura del mandatario.
"Quizá en otros países se decide en referendo la integración regional o el matrimonio entre homosexuales. Aquí llevamos 10 años votando sí o no, Chávez o no Chávez; realmente hay un cansancio", comentó a IPS Gerardo Romero, un ingeniero de 51 años en Los Chaguaramos, un barrio caraqueño de clase media baja.
Roberto Mejía, un albañil que vive en Los Flores de Catia, el populoso oeste caraqueño, dijo a IPS que "voté por el comandante (Hugo Chávez) para que siga con los programas que nos han beneficiado, pero la verdad es que hay como muchas votaciones a cada rato y lo que uno quiere es que los que mandan trabajen y resuelvan" los problemas.
Chávez, quien gobierna desde 1999, volvió a legitimarse en 2000 y fue reelegido en 2006 para un segundo mandato sexenal que concluirá en enero de 2013, pero quiere postularse para otro sexenio, hasta 2019, "y después, Dios y el pueblo decidirán", según ha dicho.
La reelección se incluyó en 2007 una amplia reforma con rasgos socialistas a la Constitución, pero fue derrotada por 51 a 49 por ciento de los sufragantes.
En noviembre de 2008 hubo elecciones de gobernadores regionales y alcaldes, y aunque la oposición hizo algunos avances, el partido gobernante obtuvo la mayoría de los cargos en disputa y sus aspirantes recogieron en conjunto 53 por ciento de los votos válidos.
Con esas cifras en la mano, Chávez propuso una enmienda a la Constitución que preparó el parlamento --donde al menos 155 de los 167 diputados son seguidores suyos--, y el Poder Electoral convocó a este referendo con apenas un mes de campaña, el lapso más breve en más de medio siglo de comicios en Venezuela.
"Cada vez que haga falta venir a votar, lo haré. Cada vez que puedo ir a una marcha opositora, voy. Cada vez que haya que decirle no a ese señor (Chávez) yo estaré dispuesta. Algún día nos lo quitaremos de encima", dijo a IPS Janeth Fernández, una administradora comercial que sufraga en Baruta, sureste capitalino de clase media.
El cansancio podría reflejarse en una abstención mayor que la de las elecciones regionales de noviembre, cuando alcanzó a 35 por ciento de los habilitados para votar, aunque estimados difundidos por el propio Chávez dan cuenta de que votó más de la mitad de los 16,7 millones de inscritos en el padrón electoral.
La jornada transcurrió de modo tranquilo y sin incidentes de consideración, aunque 70 personas fueron detenidas por romper o negarse a depositar en las urnas el comprobante impreso del voto, que se emite a través de máquinas y sirve para realizar auditorías al proceso.
Sin embargo, el oficialista gobernador del estado de Anzoátegui (oriente), Tarek Saab, incurrió en ese error y se le autorizó a volver a votar. La oposición denunció el caso como delito electoral y falla grave, en la que también incurrieron las autoridades de la mesa electoral que le permitieron sufragar dos veces.
En el sudoccidental estado de Táchira, fronterizo con Colombia, chocaron con golpes, palazos y botellazos grupos oficialistas y opositores a las puertas de un centro de votación.
En Caracas unos 30 agentes de la policía política, esgrimiendo armas de fuego, ocuparon brevemente un local donde estudiantes universitarios de oposición se organizaban para acudir a centros de voto a fin de ser testigos de auditorías.
En el oeste de Caracas los periodistas pudieron seguir a grupos oficialistas que se desplazaban en motocicletas o improvisaban piquetes en algunas calles para exhibir y vocear propaganda por el Sí, lo que estaba formalmente vedado desde el viernes.
Salvo incidentes como esos, la jornada transcurrió en paz, con eficacia y con rapidez, que ahorró las largas filas de votantes vistas en otros procesos.
"Debemos felicitar al pueblo de Venezuela que nos ha dado otra gran lección de democracia", dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena.
La funcionaria recordó la prohibición estricta a los medios de comunicación para adelantar resultados antes de que el poder que dirige entregue los primeros cómputos, quizás hacia la medianoche local, y que mostrarían una tendencia irreversible.
Alí Rodríguez, ministro de Finanzas e integrante del comando de campaña por el Sí, dijo a periodistas hora y media antes de cerrar las mesas de votación que, según encuestas a boca de urna en su poder, la propuesta del gobierno obtenía una victoria irreversible.
Más temprano, IPS supo de sondeos de boca de urna que daban ventaja a la oposición y otras que daban cuenta de un duelo muy cerrado.
Al avanzar la noche, jubilosos grupos oficialistas comenzaron a quemar fuegos de artificio en algunos puntos de Caracas y otros caminaban hacia el palacio de gobierno, donde Chávez hablaría apenas se anunciasen los resultados. (FIN/2009)
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