Más de 600 personas se encuentran aisladas en poblaciones aledañas al epicentro de un terremoto de 6,2 grados que sacudió este jueves la zona central de Costa Rica con un saldo de al menos tres muertos y decenas de heridos, informaron fuentes oficiales.
Un vocero de la Cruz Roja costarricense aseguró que las comunidades de Vara Blanca y Cinchona, cercanas al epicentro del sismo y unos 50 km al norte de San José, se encuentran incomunicadas por tierra debido a mútiples y grandes derrumbes en la carretera.
Sólo en Varablanca, unos 300 turistas se encuentran incomunicados en un lujoso hotel que sufrió severos daños, confirmó el portavoz en declaraciones a una radioemisora local.
En Cinchona, dijo, se tiene información de vehículos que quedaron atrapados por los derrumbes y casas que sufrieron graves daños, pero el personal de la institución no ha podido ingresar a la zona.
Unos 400 socorristas han sido movilizados a la zona y "están tratando de ingresar a pie por los potreros" porque es imposible hacerlo por la carretera.
Vecinos de la zona más afectada, que llamaron por teléfono a radioemisoras locales, aseguran que hay pesonas heridas que requieren atención médica de urgencia.
La ministra de Tranporte, Karla González, aseguró que el gobierno ha contratado la mayoría de los helicópteros privados del país (que no tiene ejército ni Fuerza Aérea) para tratar de llegar con auxilio a las poblaciones aisladas. Sin embargo, un fenómeno climatológico que afecta la región centroamericana, hace difícil la movilización de estas naves, admitió.
El sismo causó la muerte de dos niñas, hermanas de 7 y 11 años, en la población de Dulce Nombre de Poás, unos 34 km al norte de San José, a quienes sepultó un alud, así como de una mujer que falleció a causa de un infarto.
Además, unas 200 personas han resultado heridas o afectadas físicamente por el fenómeno en al menos una docena de comunidades del centro del país, de acuerdo con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE)
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