Unas 3.000 personas desfilaron este domingo en San José para exigir a los poderes públicos una acción rápida y efectiva contra la criminalidad, que deja cientos de víctimas al año.
Vestidos con camisas blancas y bajo una pesistente llovizna, los manifestantes recorrieron unas diez cuadras desde el Parque Central capitalino hasta el edificio de la Corte Suprema de Justicia, donde efectuaron un mitin y leyeron una proclama.
Bandas musicales estudiantiles acompañaron la marcha, convocada por la Asociación de Familiares de Víctimas de Homicidio y apoyada por varias organizaciones sociales como la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), el mayor gremio magisterial del país.
"Basta ya de proteger a los delincuentes", "Sin justicia no hay democracia", "No queremos jueces complacientes ni cobardes", eran algunos de los carteles que portaban los marchantes
En una explanada frente al edificio del Poder Judicial, los manifestantes hicieron un minuto de silencio en recuerdo de las personas que han muerto víctimas de la delincuencia común. "Este es el último minuto de silencio que hacemos, porque de ahora en adelante tendrán que escucharnos", dijo Roxana Rojas, una mujer que perdió a su hijo de 17 años, víctima de un asalto, y que lidera el movimiento de protesta. Rojas leyó una encendida proclama, marcada por el tono de exigencia a las autoridades de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para que pongan término al estado de zozobra en que viven los ciudadanos a causa de la delincuencia. El movimiento demandó que "los criminales violentos y más peligrosos sean sacados de circulación, con sentencias lo suficientemente largas para desactivar su vida útil criminal". También demandaron que el Estado proporcione protección a las víctimas, testigos y auxiliares en los juicios. "Basta ya de excusas, señores del poder, ustedes han detentado las riendas del país por muchos años y los resultados están a la vista, tenemos un desastre nacional en materia de seguridad pública", afirmó Rojas. La marcha terminó con la consigna "ni un solo voto", repetida a coro por los manifestantes, como advertencia a los partidos políticos de que no tendrán el apoyo en los próximos comicios, de febrero de 2010, si no actúan en forma inmediata para enfrentar el problema de la criminalidad.
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