Un total de 55.716 costarricenses se sumaron a la campaña 'Yo salvé un tiburón' y pidieron al Gobierno que mejore el control de su pesca ilegal y la práctica conocida como 'aleteo', consistente en su captura sólo para cortarle las aletas.
La organización ambientalista Marviva, organizadora de la campaña de recogida de firmas, informó hoy en un comunicado de que la petición fue entregada a la vicepresidenta Laura Chinchilla, con motivo de conmemorarse mañana el Día Mundial del Ambiente.
En la carta firmada por los ciudadanos se le solicita al presidente Oscar Arias una 'coordinación interinstitucional para garantizar el control efectivo de la pesca ilegal, sobre todo del 'aleteo' de tiburones'.
La descarga de aletas de tiburón separadas del cuerpo está prohibida por ley en Costa Rica desde 2005, pero el control de esta práctica es insuficiente, por lo que los grupos ambientalistas han denunciado descargas masivas de aletas en muelles privados.
Con esta campaña se pretende lograr un mayor control en los muelles y un mayor compromiso del Gobierno en esta lucha por la conservación de los ecosistemas marinos, añade el comunicado.
Entre las acciones concretas solicitadas por los firmantes destacan la emisión de un reglamento para la Ley de Pesca y Acuicultura, la aprobación del Plan de Acción Nacional para los Tiburones y una mayor presencia de inspectores en los muelles en los que se descargan productos pesqueros.
Chinchilla manifestó que el Gobierno es consciente de su responsabilidad en este asunto y que tomará las medidas necesarias para mejorar la protección a los tiburones.
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