lunes, 6 de mayo de 2013

CUMBRE PRESIDENCIAL EN COSTA RICA - Lic. Fernando Berrocal Soto


Estimados amigos:

Nobleza obliga. Independientemente de las críticas que, en otras oportunidades, hemos formulado con lealtad al gobierno de la Presidenta Laura Chinchilla y a ella misma, lo que es normal y propio de la vida en democracia, es necesario reconocer el excelente trabajo realizado durante la visita del Presidente Obama y los otros Presidentes de las Repúblicas miembras del SICA: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Belice y República Dominicana, además de Costa Rica 

Quienes hemos tenido experiencia en la función internacional, sabemos que organizar una actividad de esta magnitud e importancia, no es nada fácil. Felicitaciones, por ello, al Canciller de la República don Enrique Castillo, a mi juicio el mejor y más capaz funcionario que tiene la actual Administración, así como al Vice Ministro Lic. Carlos Roverssi y al equipo del Ministerio de Relaciones Exteriores.

En cuanto a la Señora Presidenta de la República, en todas sus intervenciones demostró  formación, prestancia, inteligencia, dominio de los temas y una extraordinaria capacidad de comunicación. Estuvo al más alto nivel de excelencia, frente a sus invitados, frente al país y frente a la comunidad internacional, proyectando una imagen  personal sólida y dando una formidable impresión del liderazgo  que Costa Rica está llamado a desempeñar en nuestra región.

Los costarricenses tenemos sobradas razones para sentirnos orgullosos de la capacidad de convocatoria, así como de la forma excelente y el nivel de eficiencia, con la que el Gobierno de la República organizó y llevo a cabo esta Cita Presidencial del más alto nivel. Si de la misma forma resulta la visita a Costa Rica de la Señora Presidenta de Brasil, en las próximas semanas, Costa Rica podrá sentirse plenamente satisfecha de la calidad de la política internacional que está desarrollando el gobierno de la Presidenta Laura Chinchilla.

Atentamente,


Lic. Fernando Berrocal Soto

Confesiones de Ortega - LaPrensa.com.ni - El Diario de los Nicaragüenses

Confesiones de Ortega - LaPrensa.com.ni - El Diario de los Nicaragüenses

Un Mensaje a la Conciencia Video | Audio 6 may 13


Un Mensaje a la Conciencia
6 may 13
de nuestro puño y letra
EL EJEMPLO DE MASCARITA
por Carlos Rey

«Saúl Zuratas tenía un lunar morado oscuro... que le cubría todo el lado derecho de la cara.... El lunar no respetaba la oreja ni los labios ni la nariz a los que también erupcionaba de una tumefacción venosa. Era el muchacho más feo del mundo; también, simpático y buenísimo.... Lo conocí cuando dábamos los exámenes de ingreso a la Universidad.... El día en que lo conocí me advirtió, muerto de risa, señalándose el lunar:
»—Me dicen Mascarita, compadre. A que no adivinas por qué.
»Con este apodo lo llamábamos también nosotros, en San Marcos....
»Íbamos, de cuando en cuando, entre dos clases universitarias, a jugar una partida en una desvencijada sala de billar.... Andando por la calle con Saúl se descubría lo molesta que tenía que ser su vida, por la insolencia y la maldad de la gente. Se volvían o se plantaban a su paso, para mirarlo mejor, y abrían mucho los ojos, sin disimular el asombro o la repulsión que les inspiraba su cara, y no era raro que, los chiquillos sobre todo, le dijeran majaderías. A él no parecía molestarle; reaccionaba siempre a las impertinencias con alguna salida chistosa.
»... Al entrar al billar... [un] borracho estaba bebiendo en el mostrador. Apenas nos vio, vino a nuestro encuentro, tambaleándose, y se plantó ante Saúl, con los brazos en jarras:
»—¡...Qué monstruo! ¿De qué zoológico te escapaste, oye?
»—De cuál va a ser, pues, compadre, del único que hay, del de Barranco —le respondió Mascarita—. Si vas corriendo, encontrarás mi jaula abierta.
»Y trató de pasar. Pero el borracho alargó las manos hacia él, haciendo contra con los dedos, como los niños cuando les mentan la madre.
»—Tú no entras, monstruo.... Con esa cara, no debías salir a la calle; asustas a la gente.
»—Pero si no tengo otra; ¿qué quieres? —le sonrió Saúl—.  Déjanos pasar, y no te pongas pesado.
»Yo, para entonces, perdí la paciencia. Cogí al borracho de las solapas y comencé a zamaquearlo. Hubo un conato de trompeadera, revuelo de gente, empujones, y Mascarita y yo tuvimos que marcharnos sin jugar nuestra partida.
»Al día siguiente recibí de él [una]... cartita [que, entre otras cosas,] decía...:
  Compadre..., no tengas más rabietas, y menos por culpa mía. De todas maneras, gracias.
  Chau,
  Saúl1
En esta anécdota que, de su experiencia personal, cuenta el Premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa en su obra El hablador, Saúl Zuratas sigue a cabalidad el siguiente consejo de San Pablo, que a todos nos conviene seguir: «No paguen a nadie mal por mal.... Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré”, dice el Señor. Antes bien, “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.” No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.»2

1Mario Vargas Llosa, El hablador (Barcelona: Editorial Seix Barral, 1993), pp. 11‑17.
2Ro 12:17‑21