LA VOZ DEL PUEBLO RADIO GIGANTE 800 AM
DIRECTOR WALTER EDUARDO RODRIGUEZ CAMPOS
EL PROGRAMA DE OPINION DE MAYOR AUDIENCIA EN COSTA RICA
DON DIAL MARTES 11 DE NOVIEMBRE 2014
EN UN MATUTINO MUY INTELECTUAL (Sábado 18 de octubre): “Sentido del humor cambia según la edad y profesión”.
Por supuesto genios, porque: No es lo mismo ser un jornalero de la tercera edad que un joven político ministro o diputado asalariado del Estado.
Tampoco es lo mismo ser un muellero maltratado de 60 años que un presidente viajero, dicharachero y muy feliz.
Ni una señora de 70 años que vende periódicos y una periodista zalamera con el poder político y económico poseedora de un buenísimo sueldo y llena de publicidad.
Ni pueden tener el mismo humor un obrero de la construcción muy mal pagado y un cara de barro que le alquila carísimos sus edificios al Estado.
Ni una salonera que gana ¢30 mil colones a la semana sin garantías sociales y un diputado que gana ¢5 millones al mes y hasta protesta porque los bocadillos gratuitos que le dan en la Asamblea Legislativa no tienen suficiente carne.
Tampoco pueden tener el mismo humor una joven política y un flaco chofer de vehículo oficial si entre ambos hay una diferencia de sueldo superior al millón de colones a favor de la gordita, por supuesto.
Tampoco es lo mismo estar beneficiado por una Convención Colectiva que ser parte de una pobreza colectiva.
No tienen el mismo humor un simple pescador que el dueño de la lancha.
Tampoco es lo mismo ser un alcalde corrupto que un humilde barredor municipal de calles honesto.
Por supuesto, no es lo mismo ser un pensionado de ¢80 mil al mes que un politicastro inútil jubilado con una de ¢16 millones.
Tampoco es lo mismo un vendedor callejero de tiliches por falta de trabajo que unos abusadores con sueldos altos que se auto recetan 1 mes de vacaciones después de recibir ¢5 millones de aguinaldo y que se van a descansar de descansar.
Definitivamente no pueden tener el mismo humor un policía de pueblo con un sueldo de ¢350 mil al mes que un ministro al que le pagan ¢5 millones por aparecer en la televisión, más prebendas y “orillitas”.
No tienen el mismo humor un usuario de los autobuses hediondos, destartalados y caros del servicio público que un transportista acaudalado que viaja en su vehículo de lujo.
No tienen un mismo sueldo y un mismo humor un jugador del Carmelita y otro del Deportivo Saprissa.
Tampoco tienen el mismo humor espiritual un “diezmador” que un “diezmado” subido a un púlpito económico.
No tienen el mismo humor los que pagan impuestos y los que simplemente los ponen hasta con pasión, maldad y deleite.
No es lo mismo ser “Luisgimi” que “Luisdoy”.
No es lo mismo y no pueden tener el mismo humor una española en Costa Rica con poder que una tica pobre que no come por no poder.
No tienen el mismo humor los que viven en mansiones construidas con dineros públicos mal obtenidos y los pobres que pierden hijos en los incendios de sus casitas y cuartos deteriorados y en estado deplorable.
¿Se dan cuenta señores sabiondos del matutino intelectual que en nuestra parcela desprovista de justicia social y económica hay múltiples motivos como para que se muestren muy diferentes estados de ánimo y humor?
¡Clic! Hasta nuestros próximos dardos.