El vocero presidencial y ministro de Comunicación de Costa Rica, Francisco Chacón, dimitió este miércoles por considerarse engañado por el colombiano Gabriel Ricardo Morales Fallon, un empresario del sector petrolero en Colombia investigado por presuntos nexos con el narcotráfico y el blanqueo de dinero, y que prestó a la presidenta costarricense un avión para que el pasado fin de semana viajara a Perú.
En conferencia de prensa, Chacón admitió que aunque en un principio el colombiano se identificó como Gabriel Olafán, luego confirmó que en realidad se trataba de Morales Fallon, representante y directivo de la empresa petrolera canadiense Thornelo Energy, con operaciones en Colombia y que en 2012 se modificó en Panamá a THX.
Chacón dijo que el colombiano se presentó ante las autoridades del gobierno costarricense con nombre falso y admitió que el gobierno de Costa Rica no hizo una comprobación precisa para verificar las antecedentes reales del empresario y de la petrolera. En una declaración previa, y todavía siendo ministro, había dicho que el colombiano era “gente decente”.
El periódico La Nación, de esta ciudad, informó en su edición digital que Morales registra “al menos 100 entradas a Costa Rica en los últimos 5 años y hasta pidió residencia, trámite que dejó abandonado posteriormente”.
Para pedir el estatus migratorio, Morales argumentó “estar casado con una joven” costarricense, de quien se divorció tiempo después, agregó el rotativo, el principal de este país.
La nave fue utilizada por Chinchilla para viajar en marzo de este año a Caracas, a los funerales del presidente venezolano Hugo Chávez.
El escándalo estalló el sábado anterior. A bordo de la aeronave N93CW, propiedad de THX, sin notificar de antemano al Poder Legislativo sobre su salida del país y con los costos operativos del avión obsequiados por la petrolera, Chinchilla se fue de viaje ese día a Perú en compañía de su esposo -el español José María Rico- y del matrimonio formado por los ministros de Comunicación, Francisco Chacón, y de Comercio Exterior, Anabel González, para acudir a la boda del hijo de su segundo vicepresidente, Luis Lieberman.
Otro objetivo era que la mandataria se entrevistara rápidamente -durante 40 minutos- el pasado lunes con el presidente de Perú, Ollanta Humala.
Pero la gobernante, que concluirá su periodo en mayo de 2014 y sufre de elevados porcentajes de impopularidad, quedó de inmediato envuelta en una controversia. La Procuraduría de la Ética y la Fiscalía General han iniciado sendas investigaciones acerca del viaje a Perú y del servicio gratuito del avión, en medio de denuncias de sectores de la oposición política sobre enriquecimiento ilícito, conflictos de intereses y presunta actuación irregular de Chinchilla.
En una breve declaración al mediodía de este miércoles, antes de la renuncia de Chacón, la Presidenta alegó que los gastos de hospedaje y alimentación en Lima los pagó con su tarjeta de crédito.
“Este viaje siguió todos los mismos parámetros de los otros viajes. Yo les puedo garantizar que todo se pagó contra mi tarjeta de crédito de manera que aquí no se ha tocado ni un solo cinco de los costarricenses”, adujo.
Tras rechazar que existe choque de intereses, por la eventualidad de que la compañía petrolera haya obsequiado los servicios del avión a cambio de algún favor político para sus negocios, Chinchilla agregó que “han brindado colaboración al Estado, nunca nos han pedido nada a cambio y si lo pidieran no lo hubiéramos tomado”.
Ricardo Morales, un hombre bajo la lupa
La última vez que se vio en público a Morales Fallon fue a finales del 2008, en medio de dos modelos suecas, vestidas de rojo y exhibiendo un carro Skoda, último modelo, en una feria de Bogotá.
Apenas un año antes, el empresario, hijo de un militar (r.), salió a desmentir señalamientos de agentes de Inteligencia que aseguraban que 'Rimax', uno de los testaferros del narco Luis Carlos Ramírez, 'Chupeta', era él.
Pero su nombre estaba en el radar de las autoridades desde el 2003, cuando EL TIEMPO reveló una millonaria importación irregular de lujosos Skoda.
Y volvió a expedientes judiciales, en febrero del 2009, dentro del escándalo por el uso ilegal de dineros de Ecopetrol, a través de Fidubogotá.
En ese caso, Morales conjuró el lío girando la plata de inmediato. Luego, se fue del país con una constancia de que no tiene investigaciones, aunque su casa y la petrolera Pexín, a la que está vinculado, fueron allanadas.
Este año, la sombra de Morales apareció de nuevo en el país, en la Ronda 2.010, la gran adjudicación de bloques para exploración de petróleo y gas, de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Voces autorizadas del sector le dijeron a EL TIEMPO que hay temor de que gente mencionada en expedientes estuviera en la Ronda y hablaron de Morales. Incluso, en un editorial de Portafolio, del 31 de agosto, se dijo que era urgente blindar al sector.
JOSÉ MElÉNDEZ para EL TIEMPO
SAN JOSÉ
*Con ÚNIDAD INVESTIGATIVA de EL TIEMPO