Olas de metro y medio de altura afectarán las playas del Pacífico costarricense, por lo que las autoridades de socorro hicieron un llamado a los turistas para que tomen las precauciones del caso, principalmente con las corrientes de resaca.
Omar Lizano, oceanógrafo del Centro de Investigaciones en Ciencias del Mar (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica, comentó que hay que tener una mayor precaución a partir del viernes, sábado y domingo, cuando las corrientes de resaca pueden jugarle una mala pasada a los bañistas.
Las corrientes de resaca son precisamente flujos superficiales de agua que retroceden de la costa hacia el mar. Son generadas por un rompimiento irregular de la ola a lo largo de la cresta. Rompen en el punto más alto de la playa y regresan, algunas veces arrastrando sedimentos, como una especie de canal a través de las olas.
Lizano comentó que, sin duda, estas olas no serán las más altas del año pero tienen la fuerza suficiente para causar problemas. “Este fuerte oleaje se presentará principalmente para el fin de semana, aunque en estos días no se puede bajar la guardia”, dijo.
El Oceanógrafo del CIMAR explicó que las personas no deben llenarse de pánico, si se encuentran en problemas en el agua deben levantar la mano y flotar hasta que llegue ayuda. “Al nadar no lo haga en contra de la corriente sino a 45 grados a través de ella. Si está cansado trate de flotar, luego nade paralelo a la playa por 30 ó 40 metros hacia donde las olas tienen mayor rompimiento, estas lo llevarán hacia la playa”, comentó Lizano.
En la zona del Caribe también se va a presentar oleaje y mareas pero de una menor intensidad; sin embargo, hay que estar alerta también.
Carlos Gutiérrez, Jefe Nacional de Socorristas de la Cruz Roja, comentó que tienen alrededor de 800 personas para el operativo de Semana Santa y cuentan con varios recursos como lanchas en zonas costeras para ayudar a los bañistas.
“Es importante que las personas tengan presente que no deben bañarse en zonas peligrosas, antes de meterse a una playa deben preguntar a los lugareños si es un sitio recomendable. Deben mantener una vigilancia estricta sobre sus hijos porque las olas cuando rompen en la playa los pueden arrastrar”, indicó Gutiérrez.
El Jefe Nacional de Socorristas señaló que también en las zonas de las piscinas se debe vigilar a los menores y no confiarse.