CARACAS,
Venezuela
Hugo Chávez, que falleció este martes a consecuencias de un cáncer, gobernó incansablemente Venezuela desde 1999 impulsando un modelo socialista basado en la redistribución de los ingentes ingresos petroleros, que le valió la devoción de las clases pobres y le permitió amasar un inmenso poder.
La muerte del mandatario , de 58 años e invicto en casi todas las batallas electorales que libró en 14 años de poder, ocurrió pocos meses después de ser reelegido por tercera vez para un periodo para el que no llegó a juramentarse debido a la gravedad de su estado de salud.
Venezuela deberá celebrar ahora nuevas elecciones en el plazo de un mes, según la Constitución, y el candidato del oficialismo será su delfín, el vicepresidente, Nicolás Maduro.
Chávez, un teniente coronel retirado, de gran porte y simpatía, que se identificaba como un "zambo" -mestizo de indio y negro- aspiraba a gobernar Venezuela, país con las mayores reservas de petróleo del mundo, hasta al menos 2019 para consolidar su régimen.
"¡Hasta la vida siempre!", dijo casi a modo de despedida el 10 de diciembre, al partir hacia Cuba para someterse a su cuarta operación quirúrgica contra el cáncer desde mediados de 2011.
Los venezolanos no tuvieron detalles del cáncer, manejado como un secreto de Estado, y Chávez sólo admitió su gravedad en diciembre, cuando designó a Maduro su heredero político.
La enfermedad le obligó a cambiar. Dejó de ser el omnipresente e hiperactivo mandatario que copaba día y noche la programación de los canales de televisión a través de sus cadenas de transmisión obligatoria.
A la vez, acentuó su fe en Dios, a quien elevó plegarias públicas por su salud: "No me lleves todavía" , rogó en una emotiva misa de Semana Santa.
Pero esta fragilidad no opacó al líder impetuoso, osado y provocador que tan bien conocieron los venezolanos desde que en 1992 lideró un fallido golpe de Estado contra un desgastado sistema bipartidista.
"Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados", dijo entonces a modo de promesa al reconocer la derrota, en un mensaje televisado que le dio a conocer y marcó el inicio de una carrera fulgurante.
Tras dos años de cárcel, fue indultado y en 1998 ganó por primera vez las elecciones con un proyecto político en rebeldía contra las élites en el poder.
Fue reelegido en 2000, tras una reforma constitucional que impulsó, y de nuevo en 2006, tras superar un golpe de Estado en su contra (2002), un paro petrolero de dos meses (2003) y triunfar en un referéndum revocatorio (2004), gracias a las populares misiones sociales para los pobres, que costeó con la renta petrolera e implementó con la ayuda de Cuba.
Ajeno a quienes le consideraban déspota, tirano o populista, Chávez fue amasando un gran poder. Hasta su muerte, era comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, a las que se empeñó en politizar; presidente del poderoso Partido Socialista Unido de Venezuela, mayoritario en la Asamblea Nacional, y ejerció un control absoluto sobre los medios de comunicación del Estado.
Su discurso polarizador dividió a la sociedad. Se enfrentó a las clases medias y a la empresa privada, a las que acosó con restricciones económicas y expropiaciones.
Con las clases populares, mayoritarias en Venezuela, desarrolló en cambio una conexión casi espiritual que perduró hasta el final.
Carismático, locuaz y con un gran olfato político, Chávez popularizó expresiones que le acercaron al pueblo como "Viviremos y venceremos" o estigmatizaron a la oposición a la que se refería como "escuálidos".
Sus discursos, emocionales y cargados de religiosidad, exaltaron siempre el patriotismo y el culto al libertador Simón Bolívar, así como a Jesucristo "el primer socialista".
En la región, lideró a un grupo de países de izquierda opuestos a Washington, aunque fue lo suficientemente pragmático para seguir enviando a Estados Unidos un millón de barriles diarios de petróleo.
Fue el gran aliado y sustento económico de la Cuba comunista. Fidel Castro le asesoró a lo largo de sus 14 años de gobierno y fue el primero en informarle en Cuba de que sufría cáncer.
Los petrodólares le permitieron además construir un liderazgo en América Latina y el Caribe, vendiendo petróleo a condiciones preferenciales a países sin recursos energéticos y brindando pingües negocios a sus aliados.
Irreverente, no tuvo reparos en "mandar al carajo" el ALCA, un acuerdo regional de libre comercio con Estados Unidos, o en declarar en 2006 que olía a "azufre" en el podio de la Asamblea General de la ONU, tras el paso la víspera del entonces presidente George W. Bush.
Hijo de dos maestros de educación primaria y criado por su abuela paterna, Chávez creció en la localidad rural de Sabaneta (estado Barinas, oeste).
Se casó y divorció dos veces, y tiene cuatro hijos, dos mujeres y un varón del primer matrimonio, y una niña, del segundo, y tres nietos.
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