Hacia la COALICIÓN 2014
En términos generales y muy resumidos, esto es lo que se busca por medio del movimiento dirigido hacia la formación de una gran Coalición hacia el 2014. Propuesta que se fortalece al conocer desde ahora, a más de dos años de la elección, que el candidato se llama Johnny Francisco Araya Monge y que ya no podrá seguir escondiéndose detrás de la mampara de una alcaldía, que se mueve entre Zapote, y el cementerio Calvo, pasando por el Paseo de los Estudiantes con arco chino.
Ahora crece el entusiasmo en la oposición, y precisamente ahora hay que analizar y pensar muy bien los pasos a seguir. La idea que algunos costarricenses estamos tratando de hacer realidad, es la de promover la unión de partidos políticos existentes y en formación, así como la de otros grupos y personas independientes, que se resisten a que la corrupción siga siendo el norte de los gobernantes.
La formación de una gran Coalición para el 2014, inclusiva, aún dentro de la divergencia, donde los objetivos comunes sirvan de puentes, dispuestos a enfrentar una candidatura como la de Johnny Francisco Araya, en quien se sintetiza la mayoría de los males del PLN. Para lograr un candidato común, se espera realizar UNA CONVENCIÓN donde cada grupo organizado tenga la opción de proponer su precandidato a la presidencia (más o menos como logró su candidatura don Rodrigo Carazo) con el compromiso de apoyar decididamente al precandidato ganador. Cada partido, existente y en formación, mantendría su identidad y particularidades ideológicas, por lo que presentarían sus candidatos a diputados bajo su bandera y nombre.
En este momento los esfuerzos están dirigidos a lograr esa meta, que tendrá como eje no negociable, un compromiso fundamental con la ética en la función pública y una lucha frontal contra la corrupción. Para los diversos aspectos programáticos se promoverá un diálogo abierto, inclusivo también, buscando los puntos en los que estemos de acuerdo como tarea dirigida a fortalecer la Coalición.
Los nombres, los precandidatos, se podrían estar vislumbrando dentro de los mismos partidos, de donde saldrían los precandidatos definitivos para encabezar la Coalición 2014. Aunque no se puede descartar que surjan personas especialmente buenas, desde el punto de vista ético y profesional, que podrían ser impulsadas para encabezar una Coalición semejante, como sucediera con otro expresidente en su oportunidad (el profesor José Joaquín Trejos) que tuvo como carta de presentación "las manos limpias", logrando la hazaña de vencer a un candidato liberacionista que por sus características, y la fuerza de su partido, parecía invencible (don Daniel Oduber).
Habrán de sacrificarse particularidades ideológicas (existentes aún dentro de los mismos partidos) en el afán de dejar de lado prejuicios excluyentes que son precisamente los que convienen al PLN.
Ante la posibilidad planteada por algunos analistas de que al no darse la elección presidencial en una primera ronda, dicha Coalición se conformaría casi naturalmente en una segunda ronda (como también ha sucedido antes) con el merecido respeto creemos que ese riesgo no vale la pena jugárselo, pues el desencanto es tan grande que con un alto abstencionismo se abre la posibilidad de que Araya pueda salir electo con una gran minoría (la alcaldía la ganó con menos del 7% de los empadronados).
En fin, la candidatura de Johnny Araya no garantiza jamás un triunfo del PLN, debilitado por el desgobierno de doña Laura y la incapacidad del alcalde, por lo que si efectivamente queremos levantar las banderas de la ética y la moral, abandonadas por los que han usurpado el poder político, hemos de hacer ese pequeño esfuerzo común por el que además, trabajan otros grupos y personas deseosas de construir un Estado ajeno a la corrupción y dispuesto a luchar por el progreso de un pueblo urgido de atención.
¡Cuidémonos eso sí! de los que con poses de “expertos” dirán que eso no es posible, y los que se han alegrado tanto de la partida de Rodrigo Arias, que ven al alcalde con ojos de benevolencia y hasta lástima por el que estuvieran dispuestos a votar. ¡Son increíbles! por lo que dicen pero no han esperado mucho para hacerlo.