Islandia es nación más pacífica del mundo, seguida por Nueva Zelanda, Japón, Dinamarca y la República Checa, según revela el último Índice de Paz Global (IPG) elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), que se presentó hoy en Londres.
Los países más violentos son Somalia e Irak. Mientras que en Latinoamérica, Uruguay (en el puesto 21 del índice) es el país más pacífico, seguido de Costa Rica y Chile. Luego se ubican Panamá (49), Argentina (55) y Paraguay (66).
El índice 2011 refleja el impacto de la problemática árabe en las clasificaciones. Libia (143) experimentó la caída más significativa, bajando 83 lugares, mientras que Egipto (73) cayó 24 lugares.
“La caída en el índice de este año está muy vinculada a los conflictos entre los ciudadanos y sus gobiernos; las naciones deben buscar nuevas formas de crear estabilidad que no sea mediante la fuerza militar”, dijo Steve Killelea, fundador y presidente ejecutivo del IEP.
De acuerdo al informe, si el mundo hubiera sido un 25 por ciento más pacífico el año pasado, la economía mundial habría cosechado un beneficio económico adicional de poco más de 2,000 millones de dólares.
Con esta suma se podría evitar “las peores consecuencias del cambio climático, cubrir el costo de alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio, eliminar la deuda pública de Grecia, Portugal e Irlanda y abordar los costos extraordinarios de reconstrucción del desastre más caro de la historia: el terremoto y el tsunami de 2011 en Japón”, explica la publicación.
El IPG es la principal medida de la tranquilidad global que evalúa los conflictos internos e internacionales, la seguridad en la sociedad y la militarización de 153 países, teniendo en cuenta 23 indicadores diferentes.
Entre los indicadores cuentan ocho estructuras, que son: buen gobierno, entorno empresarial sólido, distribución equitativa de los recursos, aceptación de los derechos de los demás, buenas relaciones con los vecinos, libre circulación de información, altos niveles de la educación y bajos niveles de corrupción.