Un Mensaje a la Conciencia
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Por amor se han creado los hombres en la faz de la tierra, Por amor se confunden las aguas y en la fuente se besan Por amor soy de ti, y seré toda la vida. Por amor una noche cualquiera un amante se entrega. Por amor soy de ti, y seré toda la vida. A este tema musical se le ha considerado el Himno Nacional Dominicano del siglo veinte, a pesar de lo que su compositor, Rafael Solano, llegó a considerar una desventaja. «Escribí “Por amor” con pocas esperanzas [—admite Solano, que es oriundo de Puerto Plata—], porque eran unas letras un poco religiosas. Me pregunté a dónde va a llegar esto.... [Pero] después de haber ganado [el Primer Festival de la Canción Popular Dominicana en 1968], una grabación en vivo... permaneció durante quince días en todas las emisoras del país, luego reventó en Puerto Rico, y después apareció en Chile y se fue regando por todo el mundo. Unos estudiantes de Rusia me dijeron que la escucharon en Moscú y hasta en Tokio.» 1 Catorce años después de ese triunfo inicial, el maestro Solano fue a París como Embajador y Delegado Permanente ante la UNESCO durante cuatro años. 2 Fue a representar a su patria, a la que, mientras viviera, pertenecería «por amor» y llevaría en el alma. Ya hacía unos dos mil años que Jesucristo, el Maestro de maestros al que Solano aludió en su famosa canción, había ido a Jerusalén como emisario del Padre celestial, a representarnos a cada uno al morir en la cruz del Calvario en nuestro lugar, entregando alma y cuerpo «por amor» a nosotros. Ahora sólo nos queda corresponder a ese amor, prometiéndole a Cristo en las palabras de Solano: «Por amor soy de ti, y [lo] seré toda la vida.» |