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En la historia costarricense comenzó a escribirse un nuevo capítulo este martes 5 de febrero del 2019 cuando conocimos que una médica denunció por violación a Óscar Arias, dos veces expresidente de la República y Premio Nobel de la Paz.
En la historia costarricense comenzó a escribirse un nuevo capítulo este martes 5 de febrero del 2019 cuando conocimos que una médica denunció por violación a Óscar Arias, dos veces expresidente de la República y Premio Nobel de la Paz.
En este momento, el político que el New York Times califica como el hombre más importante de Costa Rica enfrenta dos acusaciones formales ante el Ministerio Público, una por violación y otra por abuso sexual. Además, varias mujeres han contado acosos o abusos.
A continuación, un resumen de cómo se ha desarrollado el caso.
5 de febrero
Según el relato de la mujer, el hecho habría ocurrido el 1.° de diciembre del 2014 en la casa del exmandatario, a donde ella acudió a entregarle documentos sobre una campaña antinuclear.
"Abrí el folder, le expliqué, y ya cuando terminamos yo me levanté dándole la espalda. Entonces, él me agarró por detrás y me tocó los senos. Yo le dije que no y que él estaba casado. Ese fue mi no. Fue lo único que se me ocurrió decirle. Yo había conocido a la esposa.
"Fue lo único que se me ocurrió porque soy una idiota, pero no sabía qué hacer realmente y pensé que esta era la única línea de defensa que podía tener. Y cuando no reaccionó a eso yo no sabía qué decirle, porque yo tenía este miedo de que si lo rechazaba, él ya no iba a colaborar con nosotros.
"No me acuerdo bien qué me respondió él, pero me siguió tocando, me metió los dedos en la vagina y me tocó toda y me besó. Y después dijo que me esperara un toque y se salió de la oficina. Yo estaba como que no sabía qué hacer, me sentía atrapada en ese momento”.
Para confirmar la denuncia, La Nación conversó la mañana de ese mismo martes con Carlos Francisco Umaña Silesky, médico costarricense y amigo de la denunciante.
“Yo sí sabía que el acoso había provenido de Óscar Arias porque ella me contó pero sin mucho detalle”, aseguró.
El doctor aclaró que en enero la mujer ya había resuelto plantear la denuncia, pero que “gente alrededor de ella le aconsejaban tener cautela por cómo esa acción podría afectar su vida, le advertían de cómo una persona podría verse afectada, como pasa en este tipo de casos”, señaló.
“La sentí muy valiente, con cierta paz de poder hablarlo abiertamente, como un alivio de quitarse un peso de encima, y creo que ella está plenamente consciente de lo que se le viene encima, pero lo está asumiendo bien y con esa convicción”, añadió.
El primer líder político del PLN en dar declaraciones sobre este tema fue el presidente del partido, Guillermo Constenla, quien dijo que “muchas veces se acusa sin fundamento y para eso están los tribunales”.
Poco antes del mediodía llegaron las declaraciones del mismo Arias: “Con respecto a las informaciones publicadas el día de hoy (martes), debo decir que rechazo categóricamente las acusaciones que se me hacen. Nunca he actuado irrespetando la voluntad de ninguna mujer, menos aún tratándose de su libertad de relacionarse con otra persona”.
“En mi vida pública he impulsado la igualdad de género, pues considero que es un medio indispensable para lograr una sociedad más justa y equitativa para todas las personas”, expresó el político en un comunicado enviado a los medios por su abogado, Rodolfo Brenes.
Laura Chinchilla, la única mujer que ha ganado la presidencia de la República, y Carlos Ricardo Benavides, jefe de la fracción del PLN en la Asamblea Legislativa, también comentaron la acusación.
La noticia llegó a todos los grandes medios internacionales, en cuenta el New York Times, donde la denunciante indicó que lo que hacía “es lo correcto… incluso si esto me destruye”.
Ahora bien, ¿cómo se lleva un caso por violación como el que enfrentaría Arias? Estos procesos no son sencillos, en especial porque los hechos generalmente suceden en la intimidad, sin testigos. Varios penalistas consultados nos indicaron qué se toma en cuenta y cómo podría desarrollarse el proceso.
Anunciando lo que finalmente sucedería, ese lunes por la tarde publicamos una nota donde miembros de grupos feministas explicaron cómo este tipo de denuncias tienen un efecto en cadena por el cual otras mujeres realizan denuncias similares, sean contra la misma figura o contra figuras similares.
Y eso fue precisamente lo que pasó…
Durante la noche de ese mismo lunes, la periodista Nono Antillón denunció que Óscar Arias había abusado sexualmente de ella cuando laboró con él, hace 35 años.
“Estaba sentada frente a su escritorio, se me acercó, me tomó la mano y me la puso en su pene que estaba erecto. Yo lo empujé y me puse de pie y él se me lanzó. Me cogió por los hombros, me tiró contra un ropero y me empezó a toquetear. Con el ruido, comenzaron a tocar la puerta. De ahí en adelante no volví a aceptar estar sola con él cuando me citaba a solas.
"Después lo intentó en el restaurante Ana, en paseo Colón. Yo le andaba huyendo. Estábamos en una reunión y me cogía la parte de atrás del brasier”, contó a La Nación.
Con solo minutos de diferencia, el Washington Post publicó la denuncia de la también comunicadora Emma Daly, quien contó cómo Arias le habría tocado los senos.
“No como quisiera aparecer en una noticia, pero creo que es importante hablar ya que tengo ese privilegio”, dijo.
6 de febrero
Al día siguiente, en entrevista con La Nación, Daly explicó que estaba dispuesta a colaborar con las investigaciones en contra de Arias. “Si hay una investigación y si me vienen a hacerme preguntas, estoy dispuesta a colaborar con ellos, a responder”, aseguró.
El martes por la mañana, el presidente Carlos Alvarado se pronunció sobre el tema y en la tarde la fiscal electa del PLN le pidió a Arias apartarse del PLN mientras se lleva a cabo la investigación judicial.
Mientras tanto, Arias indicó por medio de su abogado que no se referiría a denuncias como las realizadas por Antillón y Daly.
“Como no son denuncias planteadas oficialmente ante alguna autoridad y tienen relación con el proceso que se investiga, no va a haber ningún comentario. Somos respetuosos del derecho que tiene la señora Antillón y de la otra persona de apellido Daly sobre sus manifestaciones... Nosotros estamos abocados en el proceso judicial”, indicó Ramos, ante la consulta de La Nación.
Por su parte, el Tribunal de Ética del PLN, anunció la tarde del miércoles que evaluaría la denuncia de violación contra Arias.
7 de febrero
Salió el sol el jueves y salieron más denuncias de mujeres contra Arias. La editora de uno de sus libros más recientes aseguró que fue víctima de reiterado acoso sexual e insinuaciones.
"Quiero chinearte. Quiero darte un masaje en las piernas ", fue una de las frases que, de acuerdo con Araya, dijo el exmandatario.
El devenir de los hechos llevó a Óscar Arias a anunciar que dejaba el PLN mientras enfrentaba la denuncia por violación.
8 de febrero
El viernes amanecimos con la noticia de una nueva denuncia penal contra Arias, en este caso por abuso sexual y hecha por una Yazmín Morales, electa como Miss Costa Rica en 1994.
En declaraciones exclusivas para La Nación, la mujer narró detalles del encuentro y explicó por qué denunció en este momento.
“Fui ese día esperando saludar y recibir un libro como regalo. Esperaba encontrarme a la familia e incluso a personas del servicio doméstico. Lo que me topé fue una casa solitaria con él mismo abriendo los portones”, narró.
“Lo único que le diré es que si me pasó a mí, le pasa a cualquiera y hay que creerles. Este problema del silencio nace desde la familia y las niñas crecen muchas veces callando lo ocurrido porque ni sus mamás llegan a creerles”, añadió.
9 de febrero
El sábado publicamos una entrevista que tuvimos en exclusiva con la editora que denunció a Arias.
“Cuando me dijo que nos viéramos para darme una “sobadita”, fue la gota que derramó el vaso, no le iba a seguir dando espacio para su hostigamiento”.
“Lo que quiero es que sienta mejor, no lo tome a mal, no se ponga así, es amistad, me preocupo por usted”, insistía.
10 de febrero
Casi al final del día, el New York Times publicó un nuevo artículo en el cual mencionó que una politóloga estadounidense también acusa a Arias de una agresión sexual.
Carina A. Black dijo que los hechos ocurrieron cuando ingresaron a un ascensor, mientras ella llevaba a Arias a reuniones y eventos. De acuerdo con la versión de Black, él la habría empujado contra la pared del elevador, le puso la mano en el pecho y luego trató de besarla.
Nuestra posición editorial sobre este tema fue publicada el 7 de febrero. Consideramos que la presunción de inocencia y todas las garantías del proceso penal asisten al expresidente Arias, pero a la denunciante también le asiste el derecho a ser escuchada sin prejuicios.
Nuestra sociedad no puede darse el lujo de seguir imponiendo el silencio o de castigar a quien lo rompa. Mientras haya razones para que una mujer prefiera el silencio a la expresión de un agravio tan doloroso y traumático, la sociedad seguirá acumulando una deuda con las víctimas de conductas tan inadmisibles como epidémicas.
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