jueves, 31 de agosto de 2017

Hoy me embarga la indignación más profunda por las recientes declaraciones del presidente de la República, don Luis Guillermo Solís, en referencia al escándalo del cemento chino que está empañando su administración. Ni siquiera el más autoritario de los presidentes que han sido elegidos por este pueblo desde la Revolución del 48, ha sido capaz de abiertamente amenazar a ciudadanos costarricenses que investigan, reclaman y buscan explicaciones a lo que está pasando en el país para informar a sus compatriotas. Es inconcebible que el presidente de la república, que se debe a su pueblo, haya sido tan insensato como para decir lo que dijo hoy: “Ya los tengo identificados. Sé quiénes son. Tengo amigos en partidos políticos que me cuentan lo que están haciendo, lo que buscan y quién lo está financiando.” Esta es una expresión totalmente inapropiada para el presidente de nuestra Costa Rica. Es una expresión que me trajo a la mente declaraciones madurianas y, por supuesto, trumpianas. Una expresión que demuestra el extremo de mediocridad y prepotencia al que ha llegado esta administración. Me pregunto con más curiosidad que ansiedad: ¿Y qué va a hacer, señor presidente? Ya los tiene, según usted, identificados. ¿Qué va a hacer al respecto? ¿Callarlos? ¿Denunciarlos? ¿Encarcelarlos? ¿Demandarlos por difamación en una corte de justicia? ¿Exhibirlos como enemigos y traidores a la Patria? Creo que todo el país reclama que nos diga, con nombres y apellidos, quienes son, a que intereses espurios responden y que es lo que va a hacer con aquellos que, según usted, se han confabulado para criticar y desprestigiar al “mejor” gobierno de nuestra historia. Al gobierno del cambio y la transparencia. Al gobierno impoluto. A SU gobierno… Hoy me duele intensamente escribir este artículo porque creo en mi Patria, en su gente y en su institucionalidad. Porque estaba seguro, hasta hoy, de que un presidente costarricense jamás se atrevería a cruzar esa línea que solo ególatras, tiranos y dictadores cruzan: intimidar a su pueblo, amenazar a sus opositores, a aquellos que piensan diferente y disienten, a aquellos que tienen la osadía y la valentía de criticarlo y a aquellos que exigen explicaciones de sus actos y de los actos de los funcionarios que lo acompañan en su administración. Usted señor presidente, y contrario a lo que erróneamente dijo, NO es un costarricense común. Usted es el PRESIDENTE DE COSTA RICA. Usted es aquel a quien, en libertad, se le asignó la dignidad política más alta que se puede conferir en nuestro país. Usted es el representante y guardián de una democracia sólida y extremadamente respetada en el mundo. Y es por estas razones que usted NO tiene el derecho de mostrarse prepotente, amenazante y autoritario con nuestro pueblo. Usted está en la obligación de respetar nuestra democracia, los derechos que nuestra Constitución Política nos da como ciudadanos y, sobre todo, de respetar el sagrado derecho de opinión, de libertad de expresión y de consciencia que tenemos los costarricenses. Al escuchar su discurso vi nubarrones muy oscuros en el futuro de mi país. Y es por ello que me llené de la indignación más profunda que jamás había sentido en mi vida. Con su discurso, señor presidente, me hizo sentir que usted y su administración están empujando a Costa Rica hacia una de las encrucijadas más peligrosa de su historia. Hoy comprendí, con extrema rabia, lo tremendamente culpables que somos aquellos que dejamos que los advenedizos y los oportunistas se apoderaran del país…incluyéndolo, por supuesto, a usted y sus acólitos. Saludos. Mario I. Franceschi




Ya los tengo identificados. Sé quiénes son. Tengo amigos en partidos políticos que me cuentan lo que están haciendo, lo que buscan y quién lo está financiando”. 
Así se expresó el Presidente de la República, Luis Guillermo Solís, sobre los periodistas, diputados, directivos bancarios y ciudadanos que cuestionan un supuesto tráfico de influencias en la aprobación de un crédito por $30 millones de dólares otorgado por el Banco de Costa Rica al importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños.


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“Ya los tengo identificados. Sé quiénes son. Tengo amigos en partidos políticos que me cuentan lo que están haciendo, lo que buscan y quién lo está financiando”. 
Así se expresó el Presidente de la República, Luis Guillermo Solís, sobre los periodistas, diputados, directivos bancarios y ciudadanos que cuestionan un supuesto tráfico de influencias en la aprobación de un crédito por $30 millones de dólares otorgado por el Banco de Costa Rica al importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños.
Estas palabras no fueron bien recibidas por gran parte de la población. Inclusive, este jueves en el programa Panorama de la Cámara Nacional de Radio, Mario Franceschi expresó un comentario que le llama la atención al mandatario por esa forma de expresarse.
El famoso “cementazo” ha sido investigado por CRHoy.com, una comisión de la Asamblea legislativa y  4 directivos de la entidad financiera.
“Me embarga la indignación más profunda. Ni si quiera el más autoritario de los presidentes que ha  sido elegido por este pueblo desde la revolución del 48 ha sido capaz de amenazar a ciudadanos costarricenses que investigan, reclaman y buscan explicaciones a lo que está pasando en el país“, expresó Franceschi.

El presidente Luis Guillermo Solís insiste en que hay una campaña para afectar la imagen de su Administración y amenazó hoy a quienes cuestionan el tema del cementazo.
“Ya los tengo identificados. Sé quiénes son. Tengo amigos en partidos políticos que me cuentan lo que están haciendo, lo que buscan y quién lo está financiando”, dijo el mandatario hoy, al mejor estilo de un Nicolás Maduro o Rafael Correa,  quienes ante los cuestionamientos siempre la emprenden contra la prensa.
“Lo están haciendo porque es un Gobierno al que no le han podido probar ningún acto de corrupción y lo han buscado desesperadamente desde hace muchos meses. No vamos a quedarnos quietos, vamos a defendernos”, dijo Solís.

El comentario llamado “Nobleza obliga, señor Presidente” agrega que las palabras del mandatario traen a la mente las declaraciones “madurianas y trumpianas”, siguiendo la línea del presidente Maduro en Venezuela y Trump en Estados Unidos.
“Estaba seguro que ningún presidente de Costa Rica jamás se atrevería a cruzar esa línea que solo ególatras, tiranos y dictadores cruzan: intimidar a su pueblo,  amenazar a sus opositores aquellos que piensan diferente, que tienen la valentía de criticarlo y aquellos que exigen explicaciones de sus actos. Usted no es un costarricense común, es el presidente de Costa Rica”, se indica en el mensaje.

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