Hasta sus archirrivales deben felicitarlos por sacar la victoria 1-4 sobre la Juventus, pues el adversario fue difícil en la primera parte y llegó con la etiqueta de ser impenetrable.
Apenas sumaba tres goles en contra en todo el certamen, pero este sábado se fue humillado.
Lo mejor, un tico también se coronó. En el diccionario no hay adjetivos para calificar lo que representa este hecho histórico.
El nombre de Keylor Navas queda en el libro de ese paraíso futbolístico, de esa gloria tan añorada por otros, como por ejemplo Gianluigi Buffon, el arquero italiano que se llenó de desconsuelo.
En un primer tiempo con lapsos de intensidad que a cualquiera levantaban de los asientos, cayeron dos anotaciones de un nivel envidiable.
En la primera llegada del Madrid, Cristiano Ronaldo tuvo como cómplice a Dani Carvajal para disparar el frenesí en los aficionados blancos.
La pared entre ambos terminó en un remate colocado del luso. La estirada de Gianluigi Bufon fue apenas para hacer más impactante la foto.
Mario Mandzukic regaló una gema a todo el mundo futbolístico, para que no olviden esta final con su golazo.
Minuto 26, centro de Alex Sandro; Gonzalo Higuaín no dejó caer el esférico dentro del área y lo sirvió al croata, quien lo enfrió con el pecho y recurrió a una media volea para colocarlo entre el horizontal y la mano de Keylor Navas. ¡Golazo! Nada que hacer para el nacional.
Antes de eso, Navas certificó una vez más que tiene el nivel para ser la armadura de hierro del marco merengue.
El tico voló a su derecha para arruinar la inspiración de Miralem Pjanic, quien soltó un balazo rastrero a la esquina, al 6'.
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