Si usted quisiera saber cómo es que funciona su cuerpo puede realizar el siguiente experimento. La próxima vez que pase frente a un espejo que le permita reflejar su cuerpo completo, imagínese un vaso o recipiente de su mismo tamaño. Entre más lleno esté de líquido funcionará mejor, pero si es al contrario, muchas de sus funciones usuales comenzarán a lerdearse o a complicarse.
Un ejemplo de eso es si usted camina bajo el sol del mediodía y no se hidrata correctamente, pronto se sentirá más lento y comenzará con molestias recurrentes que le impedirán avanzar al ritmo que empezó.
Los seres humanos somos seres vivos que dependemos mayoritariamente del agua para sobrevivir. Sin embargo, pareciera que la hidratación no ocupa un espacio prioritario en nuestras agendas.
Según el Estudio de Hábitos de Hidratación, la mayoría de las personas no se hidrata adecuadamente. El cuerpo humano -por naturaleza- es 60% agua y el resto músculos. Lo que muchos ignoran es que con solo que baje un 2% el nivel de agua en el cuerpo, entramos en riesgo de causar un daño al organismo, al punto que algunas de sus funciones se vean alteradas o entorpecidas.
¡No espere para hidratarse!
La nutricionista Mayra García afirma que "una persona puede sobrevivir tres semanas sin comer, pero solo tres días sin ingerir líquido".
El Instituto de Medicina de Estados Unidos y Canadá (IOM por sus siglas en inglés), define los requerimientos mínimos de líquido, para un adulto sano, de 3 litros al día para hombres y 2 litros para mujeres. Sin embargo, esto puede variar según el clima, el nivel de actividad física y la altura, entre otros factores. El 80% del consumo se obtiene de cualquier bebida y el 20% restante de alimentos como frutas y vegetales.
La forma de hidratarse correctamente es hacerlo progresivamente a lo largo del día, no es aconsejable hacerlo todo en un solo momento. Cuando se ingiere líquido poco a poco, el organismo lo asimila mejor y lo puede transportar a su ritmo por todo el cuerpo, mientras que si se hace en una sola ingesta se satura y debe expulsar mucho del líquido por la orina. Ese no es el único mito sobre la hidratación, este cuadro resume otros y le brinda respuestas sobre su veracidad.
García agrega que son varios los riesgos de descuidar la hidratación. Por ejemplo, todos los procesos metabólicos del organismo se hacen en presencia de agua, desde los diferentes medios de transporte a nivel fisiológico hasta la intervención en procesos de mantener hidratada cada célula del organismo. También los procesos de depuración a nivel renal e incluso el mantenimiento de la temperatura corporal mediante la sudoración.
La hidratación es tan importante como una buena nutrición. Indica que todas las bebidas, no solamente el agua, sirven para hidratar al cuerpo. El cuadro adjunto contiene la cantidad de líquidos que aportan diferentes bebidas al organismo.
Atención a los días calurosos
El cambio climático y el bajo consumo de líquido en nuestro continente también es una constante preocupación. La mayoría de países latinoamericanos están expuestos a climas con más radiación y humedad, lo que provoca mayores posibilidades de que una persona se deshidrate, ya sea mediante el sudor, la orina o cualquier función interna.
"Se tiene el mal hábito de esperar a tener sed para el consumo de líquidos, cosa que en la actualidad sabemos es un error, ya que la sed es un indicador tardío de deshidratación. Por ende, no debemos esperar a que la sed sea el parámetro para la ingesta de líquidos", asegura García.
La especialista recordó que en bebidas como refrescos, café, té o gaseosas entre el 90% y el 99% de su composición es a base de agua y que por eso ayudan a una persona a alcanzar su objetivo de hidratarse.
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