La supuesta persecución de la que serían víctimas funcionarios públicos afines al Partido Liberación Nacional (PLN), es causa de ruptura entre los diputados de esa agrupación política y el Poder Ejecutivo.
Según el jefe de la fracción verdiblanca, Juan Luis Jiménez Succar, desde meses atrás les dan seguimiento a varios casos de directores regionales, gerentes y otros mandos medios que, ante la llegada del gobierno de Luis Guillermo Solís, han sido movilizados o investigados.
El legislador explicó que la mayoría de casos se dan en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en particular con respecto a directores de sedes regionales y el jefe de Recursos Humanos de esa entidad.
“Están siendo acosados de tal forma para que renuncien a sus actuales cargos y regresen a las plazas en propiedad que tienen”, dijo Jiménez Succar.
Aunque reconoció que, en muchos casos, el Ejecutivo debe nombrar a personas de su confianza en direcciones y otras dependencias, consideró que no se vale obligar a los profesionales a sentarse en un escritorio y luego “acosarlos”.
Ante el disgusto de los liberacionistas por los casos de nueve funcionarios afines al PLN y supuestamente perseguidos por su color político, el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, convocó al jefe de bancada a una reunión hoy en Zapote, a una hora por definir.
“No estamos dispuestos a proteger a funcionarios liberacionistas por actos de corrupción, pero no permitiremos la persecución a los jerarcas”, resaltó Jiménez Succar.
Para el también diputado verdiblanco, Antonio Álvarez Desanti, no se puede concebir que el Gobierno les extienda la mano para el diálogo por un lado, y que por el otro los golpee “con una línea de persecución a personas cuyo único pecado es ser liberacionistas”, según sus palabras.
“No vemos esa actitud de diálogo ni deseo de buena comunicación con el PLN. El segundo punto es que tampoco hemos encontrado que las mesas de diálogo tengan función constructiva”, añadió Álvarez Desanti.
Su compañero de fracción, Rolando González, cree que esas supuestas persecuciones han afectado aún más las “casi inexistentes” relaciones entre el Poder Ejecutivo y Liberación Nacional.
De hecho, el PLN fue uno de los partidos que se levantó de la mesa de diálogo político del Gobierno, en parte por el disgusto sobre el supuesto acoso laboral.
Atención inmediata. El viceministro de la Presidencia, Daniel Soley, explicó que antes de escuchar al PLN, él se reunirá brevemente con el ministro a. í . de Agricultura, José Joaquín Salazar, para estudiar el tema.
“Para nosotros, cualquier denuncia de este tipo requiere atención inmediata. Para eso es la reunión: para entender con lujo de detalles los elementos de convicción y para verificar si hay esa supuesta persecución”, manifestó Salazar.
Soley apuntó que el titular de Agricultura, Luis Felipe Arauz, no está en el país, por lo que Salazar asumirá los reclamos.
El viceministro aclaró que la apertura de un procedimiento administrativo contr a un funcionario público no debe entenderse como sinónimo de persecución.
Adujo que tal vez esté aplicándose el principio de continuidad administrativa, el cual implica que un procedimiento iniciado contra un funcionario, durante una administración, debe seguirse en la siguiente.
Por medio de su encargado de prensa, Arturo Gudiño, el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, confirmó que hoy se realizaría el encuentro con los liberacionistas. Sin embargo, señaló que respondería consultas de la prensa hasta después de la cita.
“No existe ninguna persecución contra nadie”, mandó a decir Jiménez con el vocero.
No al Extraordinario. El enojo verdiblanco por el aparente hostigamiento de empleados gubernamentales afines, se tradujo en la negativa del PLN a dar su apoyo para que el plenario discuta el plan de Ley de Segundo Presupuesto Extraordinario del 2014.
Se trata de la autorización de los diputados para que el Gobierno ejecute gastos por ¢20.000 millones y haga otros ajustes al proyecto de gastos de este año.
Jiménez Succar aseguró que Liberación no dará los 18 votos que se necesitan para dar el empujón decisivo a la iniciativa de ley, al menos hasta que no cese “la persecución a esos funcionarios” afines al PLN.
Para poder discutir el Segundo Presupuesto Extraordinario del 2014 se requiere que al menos 38 congresistas aprueben una moción que permita adelantar el debate en el plenario, pues, durante el mes de noviembre, la discusión del Presupuesto Ordinario para el 2015 tiene prioridad en la agenda legislativa.
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