Hasta el momento todo en el PAC es muy confuso, lo único que se puede visualizar con claridad de cara a su convención del próximo domingo 21 de julio, es que Ronald Solís no tiene posibilidades y que desconoce todo o gran medida de lo acordado en el último congreso ideológico de su partido. Algunas observaciones de lo que se puede ver desde afuera:
- La no participación de Ottón como precandidato: En alguna medida parece sano, ya que uno de los principales desafíos que enfrenta el PAC es tal como lo ha expresado el diputado Juan Carlos Mendoza “…demostrar que el partido es algo más que el movimiento de Ottón Solís”.
- Proceso de renovación no escalonado: Hay que decir con franqueza que el proceso de renovación dentro del PAC no ha sido gradual, querer construir una figura de la noche a la mañana es difícil y un riesgo muy grande al que se expone el PAC en los próximos comicios.
Algunos todavía no entendemos, como el PAC no colocó a figuras como Román Macaya, Epsy Campbell u otras como candidatos a diputados en 2010, para que ganarán presencia mediática que pudiera sustituir la figura de Ottón Solís a futuro.
- La estrategia de distanciamiento de Ottón: No es nada sorprendente, su distanciamiento es inteligente y entendible a sabiendas de su ego. En caso de que los votantes le den la espalda al PAC en las urnas, él siempre podrá culpar a las personas que a su criterio no quieren que él se involucre y reclamar una vez más su puesto de redentor.
- Reconocimiento no significa capacidad de movilización: Las encuestas señalan que Epsy Campbell es la figura más conocida del PAC detrás de Ottón Solís, pero no creo que uno pueda inferir que por esta condición pueda resultar como la ganadora. No sé hasta que punto, la exposición mediática y el reconocimiento como figura política, sea traducible a movilización electoral el próximo domingo.
- El acercamiento de Epsy a Ottón: La estrategia de Epsy de rescatar los principios fundacionales del PAC, tiene como fin congraciarse con Ottón Solís, de quien se ha mostrado cercana durante este proceso y del que espera recibir la bendición.
Empero, sí en política algo hemos podido observar, es que no es fácil endosar el respaldo popular de una figura a otra. Ejemplo: El caso de los hermanos Arias. Su estrategia de acercamiento es vista por algunos como hipócrita, lo que despierta dudas en un buen sector del Ottonismo y el progresismo. Su figura polariza, dirigentes Otonistas “importantes” como Alberto Cañas, José Joaquín Salazar o Sadie Bravo, no están con ella y se estima que mucha dirigencia de Juan Carlos Mendoza y Luis Guillermo Solís, no se sentiría cómoda trabajando a su lado.
- Denuncias para curarse en salud y poder justificar derrotas: Las denuncias tanto de Epsy Campbell como de Ronald Solís sobre que la convención pueda estar amañada por el tema de la distribución de las mesas, más allá de que sea falso o verdadero, denota cierto temor por los resultados que esta pueda arrojar. ¡Ojalá no utilicen este tema para luego querer justificar su derrota! Eso dependerá de que tan estrechos puedan ser.
- Entendimiento y cercanía entre politólogos: Desde hace unos meses cuando se discutía la forma de elegir candidato, se ha visto algún grado de cercanía entre Luis Guillermo Solís y Juan Carlos Mendoza, su pensamiento es similar aunque el de Solís quizás por su experiencia más comedido, me parece que en caso que alguno de ellos triunfe, se les verá trabajando juntos.
- La Alianza de Juan Carlos Mendoza: Detrás de Epsy Campbell el más conocido dentro de los precandidatos del PAC, es Juan Carlos Mendoza descubierto por Rodrigo Alberto Carazo –hijo del último gran artífice de una coalición de oposición en Costa Rica-, quien prácticamente busca repetir la historia del padre de su mentor, pero con mayor éxito que en la Alianza por Costa Rica en el Congreso, la que lo llevó a presidir el Primer Poder de la República, principal cargo alcanzado por el PAC en su historia, situación que justifica su candidatura.
El joven politólogo es un interesante prospecto dentro del PAC, pero brinda una imagen de que polariza a su alrededor, algunos de sus ataques en ocasiones parecen groseros y corre el peligro de ser encasillado como el representante del anti Ottonismo sin ser el único. Se compra batallas que no solo le corresponden a él y en política nunca se sabe para quien se trabaja.
- Gallo viejo con el ala mata: Luis Guillermo Solís es el más político de los cuatro aspirantes y se vende como el menos, curtido en experiencia de su paso por el PLN donde fue secretario general, sabe ocultar en su reputación de académico su enorme colmillo político.
Los años le han enseñado que para ganar un proceso interno, no hacen falta sillas gigantes, glamorosos buses o anuncios bien elaborados, basta con el trabajo hormiga de visitar comunidades, tocar puerta por puerta, realizando un trabajo de carpintería, el cual algunos olvidan creyéndose desde ya candidatos. No me sorprendería que pese a estar en los últimos lugares de las encuestas, se pueda hacer con la victoria.
- Reflexionar en momentos de crisis: El PAC es un partido fracturado ante su más grande reto en sus casi 13 años de existencia: sobrevivir a sí mismo.
No obstante, están a tiempo de trazar una estrategia a largo plazo, sería interesante que el PAC apostará a figuras de colmillo en sus candidaturas a diputados en la próxima Asamblea Legislativa, dando la oportunidad a figuras de mayor lastre como ex diputados o bien sus propios precandidatos, que pudieran oxigenar nuevamente al partido y mostrarlo como unido.
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