Los tentáculos del narcotráfico son largos y profundos.
La ingenuidad no es ni puede ser una excusa de las autoridades.
Esa internacional del mal, acta de muchas formas y modalidades.
En su último capítulo, engañó a las más altas autoridades de la Casa Presidencial.
Todo ello, con gravísimo daño del prestigio internacional de Costa Rica.
Hizo muy bien, por ello y es una actitud que me merece el mayor respeto,
el Ministro Francisco Chacón en renunciar. Así actúan los hombres de principios.
También lo tiene que hacer el Lic. Mauricio Boraschi, Vice Ministro de la Presidencia
y Jefe de la DIS, en última instancia la responsable de este desastre nacional.
Tengo años diciendo y luchando por una total reestructuración de la DIS.
La Guerra Fría se acabo hace varias décadas. El tema ahora no es el comunismo,
en franco y total desprestigio. El tema, ahora, es el narcotráfico y la criminalidad
internacional organizada. Eso parece no lo entienden en la Casa Presidencial.
El daño que se le ha hecho a nuestro país, con la noticia de que nuestra Presidenta
de la República, ha estado viajando en un avión del narcotraficante colombiano Chupeta,
es inconmensurable. Esa es la verdad y la ingenuidad no es ninguna excusa.
Hay que leer la prensa internacional.
La descoordinación en la Casa Presidencial, en este caso, es similar a la del caso
de la carretera 1856. Un perfecto y absoluto despelote Esa descoordinación tiene
un gran responsable: el Ministro de la Presidencia. Tampoco es excusa no salir en nada
y que el Ministro Chacón cargue con toda la responsabilidad, como lo ha hecho.
La verdad sea dicha: el Lic. Carlos Ricardo Benavides es el Ministro de la Presidencia y
tiene que poner cara. Asumir sus responsabilidades o irse para la casa. No es posible
tanta descoordinación, tanto inmovilismo y tanta incapacidad, en el más alto cargo de
nivel Ministerial. Lo que sucedió con este avión es inaceptable para cualquier costarricense.
A doña Laura la elegimos todos nosotros y con ella llegaremos hasta el fin de su mandato,
el 8 de mayo del 2014. Es hora, sin embargo, que la Señora Presidenta de la República
ponga orden en su Administración. Esa es su gran responsabilidad en los meses que le quedan
de mandato popular. Después solo será el juicio de la historia y la valoración del pueblo.
Esa es mi opinión sincera y de liberacionista.
Lic. Fernando Berrocal Soto
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