martes, 6 de noviembre de 2012

BARACK OBAMA ES EL NUEVO PRESIDENTE DE EEUU AL GANAR OHIO Y MIAMI

El demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney protagonizaban un cerrado pulso en las elecciones presidenciales estadounidenses este martes, con un resultado incierto en los estados clave, tras una campaña hasta el último aliento.

Un total de 38 de los 50 estados más la capital Washington habían cerrado sus mesas electorales a las 21H00 (02H00 GMT), y del puñado de estados que deciden la elección, en Michigan, Pensilvania y Wisconsin triunfaba Obama, según la mayoría de emisoras televisivas.

Ohio, Florida, Virginia parecían demasiado reñidos, en algunos casos por pocos miles o centenares de votos de un total de millones de votantes en cada estado. Algunas cadenas daban ganador a Obama en Massachusetts, otras a Romney en Carolina del Norte.

En numerosos estados había largas colas de votantes dentro de los colegios electorales, lo que significaba que aún podían depositar sus boletas.

La nerviosa y competitiva jornada electoral hacía augurar récords de participación histórica.

Los republicanos habrían conservado su mayoría en la Cámara de Representantes, según las proyecciones de las cadenas, que renovaba sus 435 escaños.

En el Senado, donde estaban en juego un tercio de los escaños, el resultado era incierto pero con dos escaños, Maine y Connecticut, ya conquistados por demócratas, con lo que podrían mantener su corta mayoría.

Obama y Romney pelearon el voto hasta el último minuto, para una elección que presentaron como decisiva para el rumbo del país.

Primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, Obama, 51 años, pidió el voto por teléfono a votantes indecisos desde Chicago.

Romney, de 65 años, exgobernador de Massachusetts (noreste), acudió a Ohio y Pensilvania para dos últimos mítines y animar a otro centro de su campaña, para luego regresar a Boston con un discurso de victoria listo en el bolsillo.

Cuatro años después de su rotundo triunfo, Obama pedía un mandato más para enterrar totalmente la crisis económica, instaurar su gran reforma sanitaria y retirar a las tropas de Afganistán en 2014.

Romney, que dio un giro moderado a su mensaje conservador, intentaba frustrar esos planes con una agenda arriesgada, centrada en los recortes generalizados de impuestos y del gasto público.

Ambos lucieron emocionados y cansados en el último tramo electoral, tras una agotadora campaña que representó un gasto de 6.000 millones de dólares para republicanos y demócratas, en plena recuperación económica.

Obama confesó cierto "nerviosismo" pero se manifestó confiado de haber hecho una buena campaña hasta el final.

Romney reconoció que se sintió ya "emocionalmente" ganador al ser recibido por sus simpatizantes.

"Acabo de terminar de escribir mi discurso de victoria. Tiene unas 1.118 palabras", aseguró a reporteros.

"Soy muy optimista, no solamente por los resultados sino también sobre el futuro de Estados Unidos", había afirmado en Cleveland, Ohio, donde visitó un local de voluntarios republicanos.

Horas antes Obama había hecho lo mismo, al acudir por sorpresa a un local de su campaña en Chicago, para ayudar a llamar a los últimos indecisos.

Luego se fue a jugar a baloncesto, su ritual cada vez que hay elecciones, esta vez con dos antiguas estrellas de la NBA.

En el voto popular, los sondeos dan a Romney y Obama casi empatados, pero la elección se dirime de forma indirecta, mediante un Colegio Electoral de 538 integrantes elegidos estatalmente.

Obama partió con una ligera ventaja en varios de los estados indecisos.

La participación se anunciaba récord por ejemplo en Florida, un estado clave donde el voto hispano puede inclinar la balanza.

Unos 12,2 millones de hispanos, la primera minoría de Estados Unidos con más de 50 millones de integrantes, podrían haber votado, lo que significaría un nuevo récord de participación tras los comicios de 2008, en la que dos tercios optaron por Obama.

Más de 30 millones de estadounidenses ya habían votado anticipadammente antes de esta jornada.

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