Señora Presidenta: “¡Ojo con la crisis!”
Urgen acciones preventivas ante una nueva ola recesiva
por la crisis estadounidense y europea
Los y las de abajo serán quienes
reciban los más duros golpes,
tal y como se nota ya en esas regiones geográficas
El Gobierno debe ponerle
mucho cuidado a otras voces económicas
altamente autorizadas y prestigiosas
La clase trabajadora no puede
seguir siendo sometida a mayores sacrificios
A nombre de las agrupaciones que representamos, tanto la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), como la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), hacemos nuestro el vehemente llamado que a la señora Presidenta de la República, doña Laura Chinchilla Miranda, le ha lanzado el prestigioso economista y académico don Luis Paulino Vargas Solís; acerca de la urgente necesidad de que se adopten medidas preventivas para evitar que el pueblo costarricense (los y las de abajo), sufran las previsibles consecuencias de una segunda ola de recesión global, a raíz de las desastrosas condiciones financiero-económicas que se están observando tanto en los Estados Unidos (EUA), como en la Unión Europea (UE); cuyos pueblos trabajadores están siendo sometidos a tormentos inenarrables de máxima explotación, precariedad y desempleo laboral, reducciones de salarios y empobrecimiento brutal.
Dado que los EUA y la UE constituyen los principales mercados de Costa Rica, cuya economía, sumamente pequeña, es altamente dependiente de los mismos, la Presidenta Chinchilla debe ponerle sumo cuidado al llamado de don Luis Paulino Vargas Solís, “Por favor, doña Laura, ¡ojo con la crisis!”; quien, con suficiente base técnica, alto conocimiento especializado y rigurosidad académica, señala diversos ámbitos de acción para que si fuéremos golpeados por la indicada crisis recesiva en segunda versión, en ámbitos tan sensibles como el empleo, la alimentación, la salud y la vivienda, no se reciban golpes demoledores que profundicen lo que ya de por sí es un doloroso tránsito de las mayorías populares costarricenses hacia la desigualdad y la inequidad distributiva.
La naturaleza perversa del tormento a que está siendo sometido tanto el pueblo estadounidense como varios europeos (el griego, el portugués, el español, el irlandés, el italiano, el británico –entre otros-), responde menos a factores propiamente económicos, que a la influencia nefasta y destructiva de esa institucionalidad de la especulación y la irresponsabilidad –auténticas armas de destrucción masiva- que el neoliberalismo mundial puso en marcha a lo largo de los últimos 30 años, según nos lo indica el economista y académico Vargas Solís.
Efectivamente, la hegemonía política dominante en esos países capitalistas centrales, signada por la desenfrenada codicia de los sectores neoliberales del capitalismo financiero-bancario, ha incrementado de manera desenfrenada la concentración de la riqueza, llevando a millones de personas a niveles insospechados de deterioro para ese tipo de países, en cuanto a exclusión social y pauperización económica.
La ANEP y la Central Social Juanito Mora Porras, formulamos una vehemente exhortación pública a la señora Presidenta Chinchilla para que atienda, con toda seriedad, los importantes señalamientos que formula el citado profesional en Economía; planteamientos responsables que serán reforzados con el aporte próximo de otros colegas de la misma profesión, animados todos por una honda preocupación de que si como país no adoptamos medidas preventivas ante lo que ya se ve venir, Costa Rica deteriorará más su convivencia social, ya de por sí bastante agitada como se puede constatar por todo tipo de protestas que casi a diario presenciamos a lo largo y a lo ancho del territorio nacional.
La señora Presidenta Chinchilla y su Gobierno no solamente deberían ponerle sumo cuidado a los aportes de especialistas como el economista Vargas Solís, sino que debería llamar a un gran diálogo nacional-multisectorial, para que como país cerremos filas y construyamos en unidad nacional (sectores políticos, sociales y productivos), un blindaje ante el eventual embate de la crisis financiera estadounidense-europea; crisis que, por supuesto, no es responsabilidad de las clases trabajadoras de esos pueblos.
Valga indicar que en tal eventualidad de que la cordura se imponga ante la debacle financiero-económica que se nos viene encima, y que hubiese algún tipo de esfuerzo nacional mancomunado para construir ese blindaje; como organizaciones sociales estamos preparadas para ello pues hemos elaborado planteamientos propositivos responsables, como el presentado en abril de 2010: “Diez medidas para enfrentar la crisis económica con inclusión social y productiva”, que la señora Presidenta Chinchilla conoce bien y que tiene hoy una validez impresionante. Varios de los planteamientos del señor Vargas Solís, son totalmente congruentes con los contenidos en las“Diez medidas…”.
Seguidamente, compartimos con quienes nos honren con la lectura de este comunicado, los ocho planteamientos preliminares formulados por don Luis Paulino Vargas Solís, que tanto la ANEP como la CSJMP, hacemos nuestros para llamar la atención de nuestra actual gobernante.
San José, domingo 7 de agosto de 2011.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General, ANEP
Presidente, CSJMP
Planteamientos de don
Luis Paulino Vargas Solís
1. Debe revertirse la revalorización del colón a fin de ayudar a sostener, al menos en parte, las exportaciones y el turismo y frenar las importaciones que dañan la producción nacional que compite con los productos que viene de afuera. Si fuera necesario establecer controles sobre los flujos de capital especulativo, así debería hacerse. Es lo que demanda la gravedad de la situación.
2. Frente a la magnitud de las tormentas que en este momento se abaten sobre Europa y EEUU, se hacen indispensable dos cursos de acción urgentes:
a. revitalizar el espacio económico centroamericano como nuestro espacio económico natural
b. desarrollar un esfuerzo extraordinario de acercamiento a América del Sur, en especial Brasil y Argentina pero, en general, todo el bloque sureño en sus diversas expresiones.
Esto es esencial a fin de contar con mercados confiables donde colocar la producción y con la finalidad de hacerse parte de mecanismos de cooperación financiera mancomunados. A su vez, esto atiende a un objetivo ineludible: crear diques de contención que frenen la marejada destructiva que viene del norte.
Esto es esencial a fin de contar con mercados confiables donde colocar la producción y con la finalidad de hacerse parte de mecanismos de cooperación financiera mancomunados. A su vez, esto atiende a un objetivo ineludible: crear diques de contención que frenen la marejada destructiva que viene del norte.
3. Es crucial impulsar la producción generada por nuestras micro, pequeñas y medianas empresas, a fin de reactivar la producción y la generación de empleos. Con ese fin debería ponerse en marcha, con carácter urgente, una política seria y agresiva vía crédito, apoyo técnico, tecnología, comercialización y mercadeo, etc. En esto deberían confluir instituciones públicas y ministerios, bancos estatales (dichosamente aún existen), universidades públicas, sindicatos, organizaciones de productores y empresariales, la ciudadanía organizada en sus diversas expresiones.
4. En general, debe darse una reasignación de crédito con el fin de promover la producción y modernización de la economía y la creación de empleo, más que el consumo.
5. Posponer cualquier recorte fiscal, especialmente en servicios sociales o creación de infraestructura, dentro de un programa de mediano plazo que traslade el ajuste fiscal a un mejor momento, cuando la economía internacional logre un grado creíble de estabilidad y la nacional un grado creíble de recuperación. En todo caso, cualquier ajuste debería privilegiar una reforma tributaria progresiva. Debe tenerse en cuenta que, en vista de la persistente situación de estancamiento económico, no existe a corto plazo ninguna posibilidad de que el déficit fiscal provoque ni inflación ni alzas en las tasas de interés. Ese es un hecho que la realidad ha confirmado de forma contundente, en contra de las previsiones de economistas y medios de prensa conservadores.
6. Impulso a la producción alimentaria nacional de forma que se garantice la seguridad alimentaria de nuestra población.
7. Reasignación inteligente del gasto público: recortar lo superfluo o suntuario (desde embajadas extravagantes a publicidad) y utilización de esos fondos en forma productiva: fortalecimiento de la red de cuido, mejora en las escuelas públicas, infraestructura vial, etc.
8. Una acción decidida de recuperación de la Caja del Seguro Social, como una forma de demostrar voluntad política a favor de los mejores valores de la democracia y la justicia. Medidas de este tipo son las que contribuirían a restablecer la confianza en la institucionalidad democrática y levantar la moral nacional, cosa necesaria frente a una crisis como la actual. Otros asuntos polémicos –minería a cielo abierto, explotación petrolera o modernización de los puertos, por ejemplo- podrían inscribirse en un similar espíritu de construcción democrática y nacionalista. La “Costa Rica Verde” debería ser una política de Estado sostenida de forma consecuente. Sin duda, ello demanda una visión no partidarista ni electorera y, en cambio, exige altura y visión política, generosidad y nobleza, como asimismo verdadera voluntad de servicio ante el pueblo costarricense. Ojalá Chinchilla pueda entenderlo, pero en caso de que se le dificulte hacerlo, la ciudadanía organizada y movilizada deberíamos recordárselo en términos tales que le resulte imposible ignorarlo.
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Albino Vargas Barrantes
Secretario General
ANEP
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