La oposición de Costa Rica ganó hoy el directorio legislativo por primera vez desde 1966, lo que le permitirá controlar la agenda del Congreso en el segundo año de Gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, quien abogó por crear puentes de diálogo.
Después de un polémico 1 de mayo en el que diferencias en el procedimiento de votación impidieron que los diputados eligieran al directorio, el oficialista Partido Liberación Nacional (PLN) renunció hoy a presentar una papeleta y entregó el poder del Congreso al bloque opositor integrado por cinco partidos.
El diputado Juan Carlos Mendoza, del Partido Acción Ciudadana (PAC), fue electo presidente, su colega del Movimiento Libertario Patricia Pérez como vicepresidenta y el legislador del Partido Unidad Social Cristiana José Rodríguez como primer secretario.
La Segunda Secretaría la ejercerá Martín Monestel, del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE), la Primera Prosecretaría quedó en poder de Gloria Bejarano, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), y la Segunda Prosecretaría estará a cargo de José Joaquín Porras, del PASE.
Mendoza afirmó en un discurso en el Plenario que la elección de un directorio de oposición supone un "paso político significativo en el reconocimiento de la Costa Rica diversa" y aseguró que trabajará con "pasión, empeño y prudencia".
"Hoy es el tiempo para que la Asamblea Legislativa perfeccione sus mecanismos de debate, de diálogo y concertación para contribuir a la toma de decisiones trascendentes que la sociedad demanda y requiere", aseguró.
Agregó que la alianza opositora "nació de la urgencia por recuperar la esencia republicana de contrapeso de poderes" y que todos los que la integran coinciden en que "la Asamblea Legislativa debe y merece gestionarse con más respeto, transparencia y cercanía con el pueblo".
Por su parte, mediante un comunicado la presidenta Chinchilla saludó hoy al nuevo directorio legislativo y expresó su deseo de "trabajar en conjunto" en favor del país y aseguró que "las puertas de la Casa Presidencial permanecen abiertas".
La presidenta exhorta a los diputados "a tender los puentes necesarios para restituir un ambiente constructivo en el seno de la Asamblea Legislativa", agrega.
Por primera vez desde 1966 un directorio legislativo de oposición comandará la Asamblea Legislativa, lo que se prevé como una barrera para algunos proyectos prioritarios y polémicos de Chinchilla, como una reforma fiscal a la que la oposición ha anunciado su rechazo.
Esta reforma busca recaudar el equivalente al 2,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) para paliar el déficit fiscal, que en 2010 fue de 5,3 % del PIB, pero los partidos opositores la rechazan, pues consideran que afectará principalmente a las clases medias y bajas.
Otra iniciativa prioritaria de Chinchilla que podría sufrir dificultades es un proyecto de ley de electricidad que pretende ampliar la participación privada en el mercado que es controlado casi totalmente por el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La aguda crisis del Congreso se desató el domingo por diferencias entre los dos bloques acerca del procedimiento de votación para elegir el directorio legislativo, un órgano clave que establece la agenda de temas prioritarios para discutir y votar.
Los oficialistas acusaron al bloque opositor de atentar contra el voto secreto y el bloque opositor, a su vez, acusó al PLN de cambiar la forma en que tradicionalmente se vota y de violentar el reglamento legislativo.
Los diputados no lograron un acuerdo para elegir el directorio el domingo y esta situación impidió a Chinchilla presentarse ante el Parlamento para exponer su informe sobre el primer año de labores, algo inédito en la historia del país.
La mandataria se vio obligada a enviar su informe por escrito para cumplir con su deber constitucional.
La crisis terminó hoy cuando el PLN decidió no presentar una papeleta para el directorio legislativo, con lo que entregó el poder a la oposición y permitió que se realizara la votación del directorio.
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