lunes, 27 de septiembre de 2010

PROTEOGLUCAN O SULFATO DE GLUCOSAMINA EN BETESDA 22564000




La glucosamina es un azúcar producido por el cuerpo y que se encuentra también en pequeñas cantidades en los alimentos. Es muy importante para el buen funcionamiento del cartílago, la sustancia que ayuda a las articulaciones.

Cuando es tomado como suplemento dietetico, la glucosamina ayuda a aliviar el dolor, rigidez, hinchazón de la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones, que afecta al 12% de la población. Las personas con artritis reumatoide que toman glucosamina como suplemento dietetico aseguran mejorar de los síntomas, al igual que las personas con otro tipo de enfermedades de las articulaciones.
La glucosamina y su relación con la artrosis
La artrosis es una de las enfermedades reumática más frecuente y tras la osteoporosis, la que mayor expectativa de aumento presenta.

La artrosis es una enfermedad crónica, invalidante, que causa un gran sufrimiento al paciente y concretamente la artrosis de la rodilla es la que más afecta a la calidad de vida. Según los resultados del último ensayo clínico realizado por el doctor Karel Pavelka, director del Instituto de Reumatología de la Universidad de Praga, la artrosis puede prevenirse con el sulfato de glucosamina ya que, según explica este experto, esta sustancia frena el proceso degenerativo de la artrosis.

Propiedades del sulfato de glucosamina
El sulfato de glucosamina constituye la piedra angular del abordaje terapéutico de la artrosis:

· Es altamente soluble al agua, por lo que se absorbe bien por el intestino delgado y atraviesa sin dificultad las barreras biológicas, siendo rápidamente distribuido por los tejidos.
· Es bien absorbido por los cartílagos articulares, que efectúan una captación activa de la molécula.

Las beneficios del sulfato de glucosamina son posibles gracias a dos características fundamentales:

· por un lado, su tropismo especial hacia el tejido cartilaginoso -que lo hace plenamente disponible a nivel articular.
· y, por otro, sus reducidas dimensiones moleculares. De hecho gracias a su bajo peso molecular, el sulfato de glucosamina es capaz de atravesar la barrera hematosinovial, difundiéndose en el ambiente microarticular.

Sulfato de glucosamina frente a anti-inflamatorios no esteroideos (AINEs)


Las personas que sufren de artrosis suelen ser de edad avanzada, por lo que los efectos lesivos de los AINEs en la mucosa gástrica y la alteración de la función renal que pueden producir a altas dosis, deben ser especialmente vigilados.

La seguridad, eficacia y tolerancia del sulfato de glucosamina frente a un antiinflamatorio en el tratamiento específico de la artrosis, es mucho mayor y así lo demuestran los distintos estudios clínicos realizados.

· El sulfato de glucosamina presenta un efecto antiinflamatorio entre 50 y 300 veces más bajo que la indometacina, pero la toxicidad de ésta es de 1000 a 4000 veces mayor, con un margen que favorece a la glucosamina.
· Por otra parte, la tolerancia de este fármaco es similar a la del placebo por lo que, cuando se administra no precisa ningún otro medicamento adicional para proteger la mucosa gástrica.

El sulfato de glucosamina fue el primer fármaco comercializado en España de los denominados modificadores selectivos de los síntomas para el tratamiento específico de la artrosis. Todos los estudios realizados hasta ahora lo sitúan en el nuevo concepto de modificación selectiva de la patología artrósica tanto respecto a los síntomas como a la evolución de la enfermedad.

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