martes, 22 de junio de 2010

Tarjetas de crédito: ¿el nuevo desastre económico? DESDE INFORMATICO



Fuente: http://informa-tico.com/index.php?scc=articulo&edicion=20100622&ref=22-06-100001
Cuando apenas algunos importantes sectores se están recuperando de la famosa crisis económica del 2008, originada en Estados Unidos por un desequilibrio crediticio e hipotecario que afectó especialmente a la pompa inmobiliaria, hoy se habla de un nuevo caos financiero que, para algunos, podría ser la perdición de Costa Rica.
"En el ámbito legal, se deja en total indefensión al tarjetahabiente".
Esta afirmación es respaldada por el legislador del Partido Acción Ciudadana, Gustavo Arias, quien el pasado 15 de junio expresó su preocupación ante el hecho de que, actualmente, "las estadísticas muestran que los hogares costarricenses enfrentan un peligroso nivel de endeudamiento". 
En este sentido y basándose en datos oficiales del ministerio de Economía, Industria y Comercio (Meic); el diputado Arias señaló que, sin contar las de débito, hay 1.400.000 tarjetas de crédito en manos de los costarricenses cuyo "periodo de morosidad es de 33 por ciento y, a diciembre de 2009, los cobros judiciales ascendían a un 13 por ciento.
"Las tasas de interés en las tarjetas de crédito normales oscilan entre un 54 y 49 por ciento lo que implica que, en año y medio, usted va a duplicar la deuda, situación que nos preocupa muchísimo", manifestó el legislador.
"A enero de 2010, la deuda que tienen los tarjeta habientes es de 500.000 millones de colones", agregó Arias, quien explicó que el 33 por ciento de los poseedores de tarjetas están pagando los intereses y las comisiones", es decir, que "uno de cada tres costarricenses trabaja fuerte para luego entregar gran parte de su salario en intereses y comisiones de usura" lo que, en alguna medida, propiciaría la quiebra de las familias costarricenses.
"Si quiebran las familias el sistema financiero puede verse en problemas serios también", aseguró, "recuerde que hay quinientos mil millones que están en pendientes; ¡es urgente que pongamos las reglas para que entre los deudores y acreedores se equilibren las cosas!", externó Arias.
Endeudados indefensos
Para el diputado, gran parte de la gravedad de este asunto radica en que, "en el ámbito legal, se deja en total indefensión a esos centenares de familias y, a la hora de enfrentarse con sus acreedores, ante atrasos y problemas financieros la deuda seguirá creciendo a las altas tasas de interés que se pactan".
"Recuerde que después de haberse atrasado en el pago de las tarjetas, su expediente aparecerá manchado; su historial crediticio, el cual forma parte de su hoja de vida, aparecerá también con un pendiente", indicó el Arias.
"Algunos dirán: 'los tarjeta habientes son los culpables por gastones'... Pero esto no es del todo cierto. Es también culpa de los bancos que persiguen a la gente para entregarles las tarjetas y gastan millones en propaganda, pero no gastan nada en educación financiera para la gente que va a hacer el consumo", criticó el legislador.
"Es una epidemia, una peste de la cual no debemos contagiarnos y debemos curarnos con urgencia", subrayó Arias refiriéndose a esta situación.

"No es tan grave"
"Si el dato correcto son 500.000 millones de colones, en realidad no es tan terrible", aseguró Vargas.
A pesar de las afirmaciones realizadas por el legislador, para el economista y catedrático de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Luis Paulino Vargas, "la situación no es tan grave como parece".
El experto explicó a Informa-tico.com que aunque la cifra de 500.000 millones de colones "suena como un número grande", en realidad representa menos del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país.
"Si el dato correcto son 500.000 millones de colones, en realidad no es tan terrible, porque nuestro PIB es mucho más grande", aseguró Vargas quien, incluso, comparando esa cifra con el ingreso per cápita del país, subrayó que cada persona en Costa Rica le debería 111.000 colones a los bancos.
"Claro, visto así no es tan grave... El problema aquí es que la deuda se está concentrando en un grupo específico de la población, que está altamente endeudado", señaló el especialista.
No obstante, para Vargas el endeudamiento de ese sector generaría una pérdida significativa a los bancos pero no a la economía de Costa Rica en general.
La verdadera burbuja
En opinión del economista entrevistado, quizá hay un error al reducir la famosa "burbuja" a la deuda crediticia, cuando quizá el verdadero problema es la deuda privada que incluye los préstamos hipotecarios, los créditos de las empresas y, naturalmente, los créditos personales.
Sin embargo, no es posible afirmar esto todavía debido a que no existen estudios públicos ni privados que confirmen que la deuda privada esté a punto de generar una crisis financiera en nuestro país.
"No hay información sobre esto y nos podremos dar cuenta hasta que pase... Uno teme que la deuda privada, quizá, sea grande, pero todavía no lo sabemos", argumentó Vargas.
"No hemos ni digerido lo peor de la burbuja inmobiliaria, cuando nos va a caer encima el segundo tsunami procedente también de los EE.UU.", declaró el periodista español

¿Una burbuja mundial... a punto de reventar?
El estallido de esta nueva "burbuja económica" se está volviendo famoso, no sólo en nuestro país.
Así lo confirman varios medios de comunicación digitales, entre ellos foros y Blogs creados con el propósito de discutir temáticas financieras de interés público.
Un ejemplo de ello es el foro español llamado "Burbuja", curiosamente. En él, el periodista Pepe Fernández comentó que, en su momento, ya se había anunciado "lo que nos venía encima a propósito de la contracción del Producto Interno Bruto (PIB): desempleo, morosidad, el suelo del petróleo y la economía ficticia de los derivados".
"Ahora vamos a tener la osadía ceniza de continuar con el próximo desastre que está al caer: la debacle de los manirrotos useños en el uso de sus tarjetas de crédito, y que, cómo no, está pagando el resto del planeta", escribió Fernández en su comentario, llamado "El Próximo Desastre: El Reventón De Las Tarjetas De Crédito".
De acuerdo con el periodista, el desastre tiene una cifra superior a los 450 mil millones de dólares, valor otorgado por los bancos quienes, "muy listos, tomaron las tarjetas de crédito como garantía y que, al igual que los bonos basura inmobiliarios, ha lanzado el sistema financiero norteamericano al resto del mundo" con el objetivo de que se invierta en el consumo de los americanos.
"No hemos ni digerido lo peor de la burbuja inmobiliaria, cuando nos va a caer encima el segundo tsunami procedente también de los EE.UU.", dijo el español para quien, entre las principales consecuencias, se encuentra la quiebra de miles de empresas por falta de financiación y consumidores sin el crédito para disfrazar sus salarios".
Cabe destacar que el miedo por las tarjetas de crédito no es un tema de momento, sino que ya se venía discutiendo desde años atrás.
"El abuso de las tarjetas de crédito sólo aumentó en el momento más grave de la recesión", manifestó Obama.
El fantasma
Así lo indica una nota del diario argentino MDZOL donde, en mayo de 2009, se reiteró la creciente preocupación generada el EE.UU. debido al "fantasma de las deudas tóxicas de tarjetas de crédito".
"La "prueba de estrés" estatal para los mayores bancos norteamericanos dejó al descubierto los enormes riesgos latentes del dinero plástico", externa este diario, refiriéndose a la crisis económica mencionada en el primer párrafo.
A la fecha de la publicación de este artículo en MDZOL, el Wall Street Journal señalaba que "sólo las deudas por tarjetas de crédito de los 19 mayores bancos norteamericanos podrían causar, hasta fines de 2010, pérdidas por hasta 82.400 millones de dólares" en el mundo.
"Oferentes líderes como American Express, Bank of America y J.P. Morgan Chase deben contar en un caso extremo con créditos tóxicos por hasta 20 por ciento", aseguró MDZOL.
Es importante señalar que, según el New York Times, "algunos expertos ni siquiera creen que el escenario planteado por la Reserva Federal (Fed) sea el peor de los casos".
Por ejemplo, la consultora financiera, Oliver Wyman, calcula pérdidas por hasta 141.500 millones de dólares y, para todo el sector, incluso podría ser hasta 186.000 millones de dólares.

"La razón: La tasa de desempleo podría subir levemente por encima del 10 por ciento calculado por la Fed", indicó el periódico argentino.
El diario agrega que, además, los bancos metieron gran parte de los riesgos de las tarjetas en papeles y externalizaron éstos fuera de los balances, exactamente el tipo de práctica que en el caso de los créditos inmobiliarios desembocó en una crisis financiera y económica mundial.

Datos oficiales indican que, aproximadamente, cada hogar estadounidense tiene deudas por 8.400 dólares en concepto de tarjetas de crédito, sin contar los créditos hipotecarios.
"La caída de los precios de las viviendas por la crisis inmobiliaria vedó a los estadounidenses una de sus salidas favoritas: cuando la tarjeta colapsaba por las deudas, simplemente tomaban otra hipoteca sobre la casa", explicó MDZOL.
Eso se acabó (...) Tras varios años de codicia desmedida, incluso los bancos norteamericanos son más estrictos con la emisión del dinero plástico debido a los millonarios riesgos", manifestó el diario argentino.

Sin embargo, según varios expertos, además de los créditos impagos un menor número de tarjetas de crédito son un problema para Estados Unidos, ya que la economía norteamericana vive del consumo.
Por ello, el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó meses atrás que "el abuso en el sector de las tarjetas de crédito sólo aumentó en el momento más grave de la recesión, justamente cuando los norteamericanos necesitan menos que nunca cargas adicionales"

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