DEL RECTOR EUGENIO TREJOS A LA COMUNIDAD INSTITUCIONAL
- El TEC: bastión de la institucionalidad y reserva moral de la sociedad
El allanamiento judicial realizado a diversas oficinas de nuestro querido TEC y los reportajes del periodista Greivin Moya en Canal 7, iniciados el mismo día del allanamiento, generan, sin duda, un grave perjuicio al buen nombre y la imagen de nuestra querida Institución. El TEC ha sido, durante décadas, bastión de la institucionalidad democrática y social, reserva moral de todas las y los costarricenses. Por ello hemos podido cumplir con la vocación universitaria de ser conciencia lúcida de la sociedad. Por ello hemos podido pronunciarnos, como Institución, en defensa de los más altos valores de la Patria, como la soberanía y la independencia. Por ello el TEC, con la autoridad moral de una Institución entregada a la docencia, a la investigación y a la extensión, dirigida y conformada por personas íntegras y honestas, ha podido denunciar con toda firmeza, la corrupción de muchos políticos y la injusticia y desequilibrios generados por políticas y estrategias económicas sin rostro humano ni alma social impuestas por los últimos gobiernos.
A esta reserva moral, a este baluarte ético al servicio de la sociedad y de la Patria, es a lo que se está causando un daño que será muy difícil de resarcir, al denunciar y presentar como delincuentes al Rector y a cercanos colaboradores de la Rectoría, pero también a profesores y profesoras, Directores de Escuela –incluyendo a un Consejo de Escuela completo- y a otras dependencias de la Institución.
Tal como lo afirmó el pronunciamiento de nuestro Consejo Institucional, al solidarizarse con la Universidad de Costa Rica cuando, hace pocas semanas, fue violentada su autonomía por la incursión no autorizada de fuerzas policiales, el TEC nunca será refugio de delincuentes ni se prestará para cubrir a funcionarias o funcionarios corruptos.
Por ello, al enterarnos de que los funcionarios policiales que ingresaron a nuestras instalaciones, lo hacían acompañados de varios jueces y autorizados por una orden judicial de allanamiento, inmediatamente nos pusimos a su disposición y les garantizamos una total y abierta colaboración.
- Un evidente montaje
Sin embargo, al constatar que la Prensa nacional había sido enterada de dicho allanamiento, y que esa acción judicial se realizó el mismo día en que Canal 7 comenzaba una serie de reportajes –evidentemente preparados con antelación– sobre presuntas irregularidades de funcionarios del TEC, en particular del suscrito Rector, y que además esos reportajes, a la fecha han contado con la exclusiva colaboración de funcionarias y funcionarios que se caracterizan por adversar a la presente administración del Tecnológico, no queda duda de que se trata de un montaje realizado con el impulso y la complicidad de un pequeño grupo de funcionarios y funcionarias del TEC.
Este pequeño grupo de personas, por su afán de destruir a Eugenio Trejos, han deteriorado el buen nombre y la imagen institucional y nos han avergonzado, institucional y personalmente, ante toda la sociedad costarricense. No se trata de la vergüenza que a veces sienten los culpables arrepentidos, sino la vergüenza y el pudor del inocente que, como Jesucristo, ha sido injusta y violentamente desnudado ante las masas. El daño moral y el deterioro de la credibilidad social de nuestra Institución es profundo y alcanza ya niveles difíciles de reparar a corto plazo. El presunto daño supuestamente causado por mi reciente participación política –daño que nadie ha podido comprobar– es nada en comparación con lo que el “confidente” anónimo –así se le denomina en la “Orden de Allanamiento” y que con su anonimato evidencia también su cobardía– ha provocado, y está provocando.
- Abuso del derecho
Siempre he defendido y defenderé el derecho de todas y todos los funcionarios del TEC a expresarse con total libertad. Es un derecho constitucional, consagrado, además, como uno de los Principios institucionales establecidos en el Estatuto Orgánico. De igual manera defiendo el derecho, que es además deber de las y los funcionarios públicos, de denunciar las acciones ilícitas que se cometan en ejercicio de funciones públicas. Lo que no es de ninguna manera aceptable, es que se abuse de ese derecho en perjuicio de la Institución, que se abuse de ese derecho para plantear denuncias calumniosas e infundadas, escondidos en la cobardía del anonimato, que se abuse de ese derecho irrespetando las decisiones de la más alta instancia interna cual es la Asamblea Institucional Representativa (AIR), que se abuse de ese derecho recurriendo o aceptando hablar con los medios de comunicación colectiva, a sabiendas de que los reportajes estaban orientados a difamar el buen nombre del Rector, Directores de Escuela y otros funcionarios y funcionarias de la Institución y, consecuentemente del TEC como un todo, que se abuse de ese derecho con total imprudencia, en una coyuntura delicada de violaciones a la Autonomía Universitaria y de negociación del Fondo Especial de la Educación Superior (FEES).
- Llamado a la unidad
Debemos estar unidas y unidos, docentes, administrativos y estudiantes, para enfrentar la calumnia y la difamación que nuestro querido Instituto Tecnológico de Costa Rica, como un todo, está enfrentando.
No se trata de defender al Rector Trejos. Mi conciencia está absolutamente tranquila ante Dios y ante la comunidad institucional y nacional. Mis actos como Rector han sido totalmente transparentes y ni uno solo de ellos puede calificarse como ilícito o delictivo. Ni un solo cinco de la hacienda universitaria se ha gastado, con mi autorización, en asuntos que no sean los propios de las funciones, de los fines y de los principios de nuestra Universidad.
Yo sabré defenderme de las calumnias, difamaciones y tergiversación de hechos que se me atribuyen en la orden de allanamiento y en los reportajes del señor Moya. Para ello cuento, en primer lugar, con la ayuda de Dios, con la certeza de una conciencia limpia, y con el apoyo de profesionales en Derecho honestos e intachables. Y sé que todavía puedo confiar en el sistema judicial costarricense. Por todo ello estoy aquí con la serenidad y la tranquilidad que brinda la seguridad de ser inocente ante quienes injustamente me acusan.
- Defendamos el TEC y a la Autonomía Universitaria
Pero insisto: no se trata de defender a Eugenio Trejos. Se trata de defender al Instituto Tecnológico de Costa Rica; se trata de defender la Autonomía Universitaria, se trata de cerrar filas alrededor de la señora rectora y de los señores rectores de las Universidades estatales miembros del CONARE, quienes estamos dando una de las más fuertes luchas por el presupuesto universitario, en el seno de la Comisión de Enlace. El financiamiento de las universidades públicas es pilar fundamental en la construcción de la democracia y del desarrollo económico y cultural de este país: sin financiamiento adecuado, la autonomía se vuelve una palabra vacía.
- Responsabilidades ante el grave daño
Qué pena que algunas personas, escondidas en el anonimato, otras sin esconderse, como el señor Auditor Interno, facilitaran este escándalo, cegadas por el rencor y el resentimiento, o simplemente porque las instancias universitarias, incluida la Asamblea Institucional Representativa, no haya resuelto los casos en la forma y medida en que ellos creían y no hayan sido capaces de vislumbrar el inmenso daño al buen nombre y a la imagen institucional, a la Autonomía Universitaria, a la lucha por el presupuesto en la que estamos actualmente abocados la y los rectores de las cuatro universidades estatales.
El daño, pues, no es solo para el TEC, sino para todo el sistema de educación superior universitaria estatal costarricense. Esto sí es realmente grave. Las denuncias infundadas contra mí y la complicidad en los reportajes difamatorios de Greivin Moya sí podrían generar, para el TEC y para las otras universidades públicas, impactos negativos en sus presupuestos y en su credibilidad social. Probablemente, alguna de las personas denunciantes actuó apegada a la Ley de Control Interno y a la Ley Orgánica de la Contraloría, pero al hacerlo al margen de la legalidad institucional enmarcada en una autonomía de rango constitucional superior a la ley, ha contribuido a provocar tan grave daño al buen nombre de personas inocentes, al buen nombre del TEC, a la Autonomía Universitaria y a la negociación del presupuesto universitario.
- Reiteración del llamado a la unidad
Ante esta situación hago un llamado a la unidad. Es el momento de sentirnos y de actuar como integrantes de una sola comunidad universitaria. No es el momento de iniciar luchas intestinas para ver quién ocupará el cargo de Rector cuando yo termine mi período. Es el momento de la Unidad alrededor de lo mucho bueno que todavía podemos hacer por nuestra Institución. El Directorio de la AIR y el Consejo Institucional se han ido fortaleciendo con personas que piensan más en el beneficio institucional que en oponerse y perjudicar la buena marcha de esta Administración.
No permitamos que los resentimientos e imprudencia de unos pocos funcionarios y funcionarias, unida a los intereses externos que buscan deslegitimar a la Universidad Pública en su función crítica y de conciencia lúcida de la sociedad, y pugnan por disminuir los presupuestos de las universidades, nos divida y nos paralice. Es la hora de seguir avanzando.
En un comunicado posterior refutaré con pruebas contundentes cada una de las acusaciones planteadas en los reportajes de Canal 7 y del periódico La Nación.
Para concluir, deseo compartir con ustedes, un pensamiento que me anima y fortalece en estos días. Es un fragmento del Salmo 31 que dice así:
“ Tú eres mi Dios, mi vida está en tus manos; líbrame de mis perseguidores, mira con bondad a este siervo tuyo, y sálvame por tu amor. A ti clamo, Señor, ¡no me hundas en la vergüenza! ¡Hunde en la vergüenza a los malvados!… Queden en el silencio los mentirosos que hablan con burla y desprecio y ofenden al hombre honrado.”
Y como siempre les digo: ¡Que el Bien y la Misericordia les acompañen todos los días de su vida!
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