Entidad firmará un convenio con el Laboratorio de Investigación en Bacteriología Anaerobia de la UCR para indagar la bacteria en los centros médicos de la entidad y lograr la debida y oportuna atención de los pacientes
La preocupación se da luego de conocer los resultados del estudio realizado por el Laboratorio de Investigación en Bacteriología Anaerobia (LIBA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y que fueron confirmados por el Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá, tal y como lo adelantó LA PRENSA LIBRE el 10 de agosto anterior, en el que se identificó la presencia de la cepa NAP1 en los centros médicos San Juan de Dios, Blanco Cervantes, San Vicente de Paúl y en el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) que ocasiona enfermedades de índole gastrointestinal en los pacientes que la presentan.
Además, en el San Juan de Dios y Blanco Cervantes, tras las muestras analizadas, se pudo determinar cuatro cepas más de Clostridium difficile, una de ellas menos perjudicial que el NAP1 que es el NAP2, además de dos clones que no pudieron ser determinadas ni por el LIBA ni por el laboratorio de Canadá y las tradicionales.
“Es una bacteria agresiva -NAP1- capaz de producir enfermedades por Clostridium difficile con mayor grado de complicación y muerte y tiene mayor capacidad de trasmisión. Hoy en día, NAP1 es una de las superbacterias productoras de toxinas en el mundo y que realmente el San Juan de Dios y el Blanco Cervantes vivieron un brote. Es una bacteria que se presenta en hospitales de alta complejidad como lo son los hospitales donde se han presentado los brotes. (…)”, manifestó Roy Wong McClure, jefe de Vigilancia Epidemiológica de la CCSS.
Wong añadió que “ NAP1 es un reto que la seguridad social debe tomar dada la complejidad que involucra”.
Según las autoridades de la entidad aseguradora, la cepa de NAP1 es parecida a la que originó brotes en Canadá en la década anterior, pero se deben realizar estudios mucho más detallados para su definitiva especificación.
De allí que se han establecido alianzas con centros médicos canadienses a fin de compartir experiencias para, entre otros, seguir las recomendaciones de lo que se debe hacer, aplicación de técnicas de aislamiento de pacientes, las muestras que se deben tomar y cómo procesarlas.
Intensificarán protocolos
Por su parte, la gerente médico de la CCSS, Rosa Climent Martin, aseveró que una vez que se dio la alerta en los centros médicos San Juan de Dios y Blanco Cervantes, se notificó al resto de los centros médicos sobre la situación.
La funcionaria determinó que se intensificarán los protocolos del lavado de manos tanto de pacientes, funcionarios y visitantes y limpieza y lavado de paredes, de equipo y del uso racional de antibióticos -pues su consumo excesivo ocasiona diarreas y fomenta que la Clostridium difficile invada los intestinos y debilitamiento del sistema inmunológico-, entre otros y se procederá a la firma de alianzas con la UCR y se está en el proceso de definición de un contrato con el LIBA que está recibiendo muestras de los centros médicos.
Climent determinó que los directores médicos deben estar pendientes en el aumento de los casos de diarrea intrahospitalaria, a fin de iniciar las investigaciones correspondientes para determinar si se trata de Clostridium difficile.
“Definitivamente lo que estamos abocando a todos los hospitales es pensar que la bacteria está en todos los establecimientos. (…) tenemos que pensar que la bacteria está en el hospital, tenemos que seguir pensando en Clostridium difficile en cualquier hospital del país en el que nos encontremos y sobre todo, ante un aumento en el número de casos de diarrea intrahospitalaria hay que pensar en un brote”, recalcó Climent.
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