martes, 14 de julio de 2009

Oscar Arias pide paciencia a Zelaya para resolver crisis en Honduras



El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, dijo el martes que sólo la paciencia y el diálogo podrían llevar a una solución a la crisis en Honduras, luego de que el depuesto mandatario Manuel Zelaya dijo que abandonaría las negociaciones si no es restituido esta semana.



Arias, mediador entre el Gobierno interino de Roberto Micheletti y el derrocado en un golpe de Estado el 28 de junio, confirmó que las delegaciones de ambas partes están siendo convocadas para retomar el diálogo el sábado en Costa Rica.



"Por supuesto, yo entiendo el deseo del presidente Zelaya de regresar e instalarse como presidente lo más pronto posible, pero la experiencia me dice que hay que tener paciencia", dijo a reporteros.



"No es fácil conseguir resultados, es por medio del diálogo que puede reinstalarse el presidente Zelaya", agregó el premio Nobel de la Paz.
El depuesto mandatario hondureño dijo el lunes en Nicaragua que si no lograba retomar el poder tras las conversaciones pautadas para el fin de semana, consideraría fracasada la mediación y se vería obligado a tomar otras medidas, que no precisó.



El Departamento de Estado estadounidense dijo el martes que todas las partes involucradas en la crisis política de Honduras deberían dar a las negociaciones una oportunidad para el éxito y no fijar plazos, aludiendo al "ultimátum" dado por Zelaya.





El depuesto mandatario insiste en que el Gobierno "golpista" y de "facto" de Micheletti está tratando de dilatar cualquier salida para ganar tiempo y aferrarse el poder, mientras el país se prepara para unas elecciones programadas para finales de noviembre.



La semana pasada en la primera fase del diálogo entre las dos partes no hubo acuerdos concretos para solventar la crisis hondureña, la peor en dos décadas en Centroamérica, por las posiciones diametralmente opuestas entre ambas delegaciones.



Mientras que los representantes de Zelaya insisten en que cualquier solución pasa necesariamente por la restitución inmediata como presidente, su contraparte sostiene que las instituciones hondureñas actuaron apegadas a derecho y que Micheletti debe permanecer en el cargo hasta los comicios.



Zelaya fue expulsado de su país a punta de rifle, luego de jornadas de una tensión desatada por su insistencia de hacer una consulta popular que podría llevar a la reelección presidencial mediante una reforma a la Constitución.



Su derrocamiento fue inmediatamente repudiado por la comunidad internacional, que ha pedido su retorno y que finalice su gestión.
En tanto, Micheletti ha amenazado con mandar a prisión a Zelaya al acusarlo de traición a la patria. Sin embargo, el fin de semana abrió la posibilidad de darle una amnistía si regresaba al empobrecido país y se sometía a la justicia, algo rechazado por derrocado presidente.

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