domingo, 5 de julio de 2009

Golpe de Honduras podría suponer conatos de levantamiento en región



Según el experto en política exterior iberoamericana, y Profesor Titular de Estructura Social de América Latina en la Universidad Complutense de Madrid, Marcos Roitman, la crisis política agravada en Honduras, con motivo del derrocamiento del poder de Manuel Zelaya, se justifica por el acercamiento del Presidente hondureño a los considerados Gobiernos izquierdistas de la Región.

El politólogo e intelectual chileno ha vaticinado a esta corresponsal, -en una entrevista concedida en el seno de una serie de actos conmemorativos de la Independencia de Venezuela, donde se llevó a cabo un análisis de las ideas independentistas de los pueblos iberoamericanos acaecidas en el S.XIX, y todavía vigentes en la actualidad,- que el levantamiento es un mensaje claro para el conjunto de países, como Paraguay, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba, que tratan de romper la dinámica del neoliberalismo y cuyas propuestas serán contrarrestadas con nuevos golpes de Estado, “argumentando la pérdida de legitimidad y la inconstitucionalidad de sus reformas”. “Los golpes, que serán más benévolos, pero no por ello más efectivos, sumarán como diez de los anteriores, y serán cuasi irreversibles”, anunció el experto.

Por su parte, para el Historiador, Catedrático y antropólogo Pedro Pérez Herrero, se está asistiendo a una crisis política del sistema de interacción de diferentes piezas en la Región Iberoamericana, -lo que define como heterogeneidad estructural-, de ahí la dificultad de aplicar el modelo liberal del S.XIX. “Es un reto intelectual porque hay sociedades multiculturales, multiétnicas y no se pueden codificar a las personas”.

Pérez Herrero ha hecho un llamamiento a la reflexión del concepto de búsqueda de identidad en aquellos pueblos latinoamericanos dependientes del poder extranjero, para insertarse en el un mundo nuevo que ha cambiado por completo, si bien, ha asegurado que no existe voluntad política de arreglar nada, “porque todos los países viven de la ineficacia del modelo”. A lo que Roitman dijo que en América Latina, será dificultoso ponerse de acuerdo, “porque nos han enseñado a odiarnos a nosotros mismos y así lo retratan los himnos patrios”.

En este sentido, el intelectual Marcos Roitman, en un exhaustivo análisis del porqué del desarrollo de los hechos en el país centroamericano y más allá de las condenas y recriminaciones, ha dejado la puerta abierta a la suposición que las fuerzas armadas de las naciones señaladas se aventuren a cambiar el rumbo. “Sobre todo”, dice, “si los cambios que se están sucediendo no han significado una depuración interna de los institutos armados y siguen siendo educados en los centros estadounidenses”, apuntó. “No olvidemos”, -ha seguido diciendo-, “que los tiempos que se avecinan traerán nubarrones y ruido de sables”.

En su exposición de motivos, el politólogo chileno, quien ha afirmado asistir, en estos momentos, a un retorno de las políticas militaristas que caracterizaban la solución de los conflictos de poder en Honduras, ha explicado que la democracia representativa no puede transformase en una democracia inclusiva en la cual la ciudadanía participa activa y de forma deliberativa en el proceso de toma de decisiones. “Llamar a una consulta popular, hubiera supuesto, para este bloque dominante, la gota de agua que rebasa el vaso”.

Marcos Roitman se ha aventurado a aludir a ciertos apoyos implícitos de las nuevas autoridades estadounidenses, si además, se estima que faltaba menos de un año para las elecciones, lo que también debió sopesarse: lanzar un acto tal beligerante y contra natura. Según el analista político, en Honduras, no hay decisión estratégica que no esté consensuada con el Departamento de Estado o el Embajador. “Claro que al no producirse golpes desde 1982, se creía haber superado esta etapa de dependencia y sumisión”.

Por su parte, las Misiones Diplomáticas de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) acreditados ante el Reino de España, han condenado y rechazado enérgicamente el golpe de Estado perpetrado en contra del Presidente constitucional y legítimo de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales.

También, han desaprobado el atropello y agresiones físicas contra los embajadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela, en franca violación de las normas del Derecho Internacional, por lo que han reiterado lo expresado por todos los gobiernos de los países que integran el ALBA, así como de la Organización de Estados Americanos (OEA), de exigir el restablecimiento de la legalidad y la institucionalidad en Honduras, con el restablecimiento inmediato en su cargo, del presidente Manuel Zelaya Rosales. Finalmente, han instado a la Comunidad Internacional a no reconocer a ningún otro gobierno que no sea el legítimo gobierno del Presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales.

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