Honduras entró hoy en alerta máxima ante la anunciada llegada del derrocado presidente Manuel Zelaya, quien pese a las amenazas tomó un avión en Washington, en compañía de una delegación internacional en la que participa el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel d’Escoto.
Tras el anuncio del regreso de Zelaya, el gobierno de facto de Roberto Micheletti prohibió durante tres días el ingreso al país de aviones de otros países o vuelos comerciales que no tengan programadas llegadas a los aeropuertos internacionales.
A las afueras del aeropuerto de Toncontin en Tegucigalpa fueron deslazados centenares de uniformados, quienes hicieron contraste con los miles de seguidores del destituido presidente, quienes caminan hacia la terminal aérea gritando arengas como “queremos al Mel (como se conoce al gobernante destituido)”.
Cadenas internacionales de televisión, así como emisoras radiales locales han sufrido cortes en su programación a lo largo de la mañana. Una de las suspensiones más prolongadas fue para dar paso a una alocución del presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, pastor Oswaldo Canales, quien pidió buscar salidas pacíficas a la actual crisis institucional por la que atraviesa el país.
Antes de partir de Washington, Zelaya llamó a la calma a sus parciales para que se manifiesten de manera pacífica y no protagonicen eventos de violencia.
“Pido la calma, la no violencia y que se procure porque todo se desarrolle en un ambiente de fraternidad (...) Que nadie use una sola arma, el arma que tenemos es la más poderosa y es el derecho de los pueblos a defenderse”, declaro Zelaya desde Washington.
“El aspecto fundamental de este proceso es que la comunidad internacional está totalmente clara, al igual que la nacional para que no se vaya a retroceder en los avances de la democracia”, agregó.
Según comentó el derrocado mandatario, viaja acompañado de dos delegaciones, una de las cuales irá con destino a Tegucigalpa y estará encabezada por él y d’Escoto.
La segunda comisión está integrada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, Ecuador, Rafael Correa, y Paraguay, Fernando Lugo, y tiene programada una escala en El Salvador.
Zelaya fue derrocado hace una semana, cuando fue sacado de su casa por militares, quienes lo expulsaron a Costa Rica. El golpe de Estado ha sido rechazado por la comunidad internacional y generó la expulsión de Honduras de la OEA.
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