sábado, 6 de junio de 2009

SIGUE MANIPULACION DE ENCUESTAS EN COSTA RICA



¡QUÉ TIRADA… UNIMER OTRA VEZ!

Alexander Mora Mora*

La democracia costarricense, como bien es sabido, es una de las más consolidadas de nuestra América Latina.

Sin embargo nuestra democracia, en años recientes, ha venido enfrentando un mal, como es el de la manipulación y la tergiversación de los datos obtenidos mediante encuestas, distorsionando la realidad política y, por ende, induciendo a error a la ciudadanía costarricense. ¿Por qué realizo esta afirmación? Repasemos históricamente algunas de estas encuestas.

Faltaban pocas semanas para las elecciones de 1998 cuando La Nación contrató con Unimer la elaboración de una encuesta de carácter político electoral. Los resultados de esta encuesta fueron: Miguel Ángel Rodríguez 10,9 puntos por encima de José Miguel Corrales.

Incluso a pocas horas de cerrarse las urnas en esta elección, la empresa encuestadora CID-Gallup publica una encuesta donde al igual que en el caso anterior, se le da el triunfo por más de 10 puntos porcentuales a Miguel Ángel Rodríguez sobre José Miguel Corrales.

Miles de liberacionistas víctimas de esta estafa informativa mediante la que se les indujo a error se dan por derrotados ya en ese momento y desisten de acudir a las urnas electorales. Los resultados reales fueron: Rodríguez 47% y Corrales 45%.

A solo ocho días de las elecciones en el año 2006 nuevamente Unimer revela los resultados de una encuesta también para La Nación, éstos fueron: Respaldo electoral de Óscar Arias duplica al de Ottón Solís: Arias 49,6%, Solís 25,4%. Al final el señor Óscar Arias gana las elecciones con un margen de apenas un 1,1%. Unimer estaba equivocada, o sabía muy bien lo que hacía otra vez.

En el 2007, a solo tres días del referendo sobre el Tratado de Libre Comercio, de nuevo Unimer entrega los datos de sus encuestas a La Nación: El “NO” 55%, el “SÍ” 43% de los electores decididos a votar. Realizada la consulta popular gana el “SÍ”, cuando según la encuesta de Unimer tuvo que haber ganado el “NO” por 12 puntos arriba del “SÍ”.

Hace pocos días vuelve la empresa Unimer a publicar una encuesta contratada por La Nación a solo 13 días de las elecciones internas del PLN, donde supuestamente aparece Laura Chinchilla con un 45% de las intenciones de voto y Johnny Araya con un 34% de las intenciones de voto.

El incremento porcentual de la candidata Chinchilla parece poco lógico, tomando en cuenta que no ha existido ningún acontecimiento relevante que pudiera incidir en un cambio de la tendencia que se mantenía del mayor porcentaje de la intención del voto a favor del candidato Johnny Araya.

Después de analizadas sus diferentes encuestas, ¿qué credibilidad tiene una casa encuestadora como Unimer, que en los últimos procesos electorales ha fallado en sus pronósticos de forma estrepitosa?
Las encuestas deben ser una herramienta científica, un instrumento de medición válido, pero cuando se varía su finalidad pasa a ser un instrumento de mera propaganda al servicio indebido de los grupos de poder que se esfuerzan por controlar la voluntad popular.

Ante esta situación se hace necesario, a efecto de proteger nuestra democracia y la libertad del sufragio, que esta prestación de servicios de las empresas encuestadoras sufra una regulación por parte del órgano constitucional a quien se le ha reservado la competencia en materia electoral, el Tribunal Supremo de Elecciones, ante quien las encuestadoras, incluyendo a Unimer, deberán, además de registrarse, indicar qué tipo de metodología se aplicará en el proceso encuestador, cómo se definirá la muestra y qué características deberá tener; señalar de qué periodo a qué periodo se realizará el muestreo, sobre qué áreas geográficas se aplicará, si será vía telefónica o si encuestadores en forma personal recibirán los datos, entre otras cosas, que permitan que luego un organismo especializado del Tribunal Supremo de Elecciones ejerza la fiscalización correspondiente y en caso de incurrirse en falsedad se sancione drásticamente con pena pecuniaria a la empresa infractora y se le suspenda por un plazo determinado para la prestación de estos servicios. La sanción impuesta deberá ser publicada en medios informativos de circulación nacional.

Para estos efectos me di a la tarea de preparar un proyecto de ley que implicará la reforma al Código Electoral vigente. En este proceso me encontré ya en la corriente legislativa un excelente proyecto presentado por los ex legisladores José Miguel Corrales y Sigifredo Aiza, proyecto que estaré complementando con una moción que he preparado para que contemple todos los puntos antes señalados y que espero la Comisión de Asuntos Electorales dictamine prontamente, ya que se encuentra en el primer lugar del orden del día de dicha comisión.

Costarricenses, defendamos la libertad del sufragio, ya no más imposiciones sobre quién debe gobernar nuestra patria, que sea el pueblo soberano el que el próximo 7 de junio se manifieste en las urnas electorales y en todos los demás procesos subsiguientes, como debe ser en una verdadera democracia.

*Diputado PLN

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