Los salvadoreños acudieron este domingo a las urnas para elegir al presidente que gobernará el país los próximos cinco años, en unos comicios "pacíficos y masivos" en los que la ex guerrilla marxista podría arrebatar a la derecha el poder que ha ostentado dos décadas.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Walter Araújo, calificó la jornada electoral de "pacífica y masiva", a la vez activó el Centro de Procesamiento de Resultados para iniciar el recuento de votos.
"Hemos tenido un proceso electoral transparente, un proceso electoral tranquilo, pacífico y masivo", aseguró Araújo, en una cadena nacional de radio y televisión.
Rodrigo Avila, el candidato de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha) y Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), empatados técnicamente, según las encuestas, eran los únicos candidatos en estos comicios en los que la llave del triunfo la tenía el 20% de indecisos.
Como no habrá segunda vuelta tras la retirada de los demás candidatos, el que obtenga más votos será el próximo presidente.
Durante la jornada se registraron algunos incidentes aislados, sobre todo con ciudadanos que se presentaron a votar con documentos falsos, por lo que tuvieron que intervenir la Fiscalía y la Policía.
La misión de observación de la OEA destacó la puntualidad con la que se abrieron las Juntas Receptoras de Votos (JRV), tres minutos antes de la hora prevista, así como que el 99% contó con "los materiales indispensables para votar" y estaban integradas por todos los miembros titulares.
los primeros resultados oficiales se esperaban hacia las las 20HOO locales (02H00 GMT del lunes).
Los dos candidatos y el presidente saliente Antonio Saca votaron hacia media mañana.
Ambos candidatos se han mostrado seguros de su victoria en estas reñidas elecciones, en que por primera vez el FMLN, convertido en partido político al término de la guerra civil en 1992, tenía posibilidades reales de arrebatarle la hegemonía política que durante 20 años ha ostentado la derecha.
También se multiplicaron los mensajes para aplacar los ánimos entre los militantes, luego de que el sábado se registraran brotes de violencia.
No obstante, Avila, ex director de la Policía Civil, advirtió a sus seguidores que "uno tiene que prepararse para cualquier resultado, de manera madura y responsable", en previsión de una eventual derrota.
Más confiado se mostró Funes, quien pidió a sus seguidores que "esperen los resultados con mucha tranquilidad, con mucha alegría, vamos a ganar esta elección, no cabe ninguna duda".
El viernes, el responsable para América Latina del Departamento estadounidense de Estado, Tom Shannon, aseguró en Washington que Estados Unidos respetará el resultado de las elecciones y trabajará con el ganador independientemente de su credo político.
En total se instalaron 9.543 Juntas Receptoras de Votos (JRV) en todo el país, entre ellas, las del estadio Jorge 'Mágico' González de la capital, donde los más de 39.000 salvadoreños residentes en el extranjero habilitados para votar, pudieron hacerlo.
Era el caso de Jorge Alberto Tejada, de 39 años, quien llegó desde la ciudad estadounidense de Arlington, Virginia, para quien votar es "un derecho de elegir a nuestras autoridades y velar por que ayuden a mejorar el país para que nuestros hermanos salvadoreños no busquen lejos su bienestar".
Más de 4.000 observadores nacionales e internacionales velaron por la transparencia del proceso, mientas que 20.000 agentes de la policía y el ejército garantizaron la seguridad.
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