sábado, 10 de enero de 2009

COSTA RICA LO PEOR ESTA POR VENIR

Los servicios de socorro de Costa Rica han estado rescatando turistas y locales que se quedaron varados en los centros vacacionales de la región montañosa luego de que el terremoto que remeció al país el jueves causara deslizamientos. 
Al menos 14 personas perdieron la vida por el sismo de 6,2 grados de magnitud que ocurrió a las 13:30 (19:30 GMT) del jueves y cuyo epicentro se ubicó a 32 kilómetros de la capital, San José. 


Lea: "La tierra se hizo agua"
El presidente Óscar Arias apeló a la ayuda de los países vecinos, diciendo que los daños eran más graves de lo que inicialmente se pensó. 

Y este viernes, un incendio estalló en las bodegas de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica, ubicadas en el sector oeste de la ciudad, en el preciso momento en que el presidente, ministros y otros funcionarios estaban reunidos para revisar las medidas para hacer frente a los efectos del terremoto.

El mandatario y su comitiva abandonaron rápidamente el lugar, mientras enormes columnas de humo negro salían de las bodegas, según informa para BBC Mundo Gilberto Lopes desde San José. 


Los socorristas no han dejado de trabajar desde el medio día del jueves. 
Las oficinas de la CNE están inundadas de gases tóxicos y fueron desalojadas, informó un portavoz de la institución. 

Las bodegas están muy cerca del aeropuerto Tobías Bolaños, utilizado para vuelos nacionales y donde llegan los helicópteros que traen turistas que quedaron atrapados en hoteles en la zona del epicentro del terremoto. El aeropuerto sigue, sin embargo, funcionando, ya que el viento aleja el humo de sus instalaciones. 

El incendio destruyó gran parte de los recursos -alimentos y colchonetas- almacenados para atender emergencias.

Por otra parte, se han suspendido las operaciones de rescate en la zona de Sarapiquí y Vara Blanca, sobre todo de cadáveres ya ubicados, debido a una serie de réplicas que se han intensificado, y por lo inestable del terreno, que es de difícil acceso. 

Equipos de socorristas han estado capeando la lluvia y neblina para llegar a las comunidades que quedaron aisladas por los deslizamientos. 

Cientos de turistas y locales quedaron atrapados en los alrededores del volcán Poás, muy cercano al epicentro del temblor. 

No hay comentarios: