El tema de las deudas genera tanto estrés que a veces ni hablamos de ellas ni mucho menos buscamos alguna solución.
Las deudas generan terror, pero casi nadie puede vivir sin ellas.
Según una publicación del diario La Nación el pasado 26 de abril: “El monto total adeudado en tarjetas de crédito subió, entre octubre del 2011 y enero de este año, cerca de medio punto porcentual hasta ¢594.179 millones”.
¡Solo en tarjetas de crédito!
Agrega el diario que “Según datos del Banco Central, el endeudamiento con tarjetas de crédito se acerca al 6% del total de crédito del sistema financiero al sector privado (¢9,7 billones)”.
Si le agregamos deudas por vivienda, carro, menaje, artículos técnológicos, viajes y demás, la cifra puede ser catastrófica.
Pero no se alarme, no hay que huir, sino hacerle frente y buscar una solución rápida, para que cuando menos lo piense, usted esté libre por lo menos de la mayoría de estos compromisos.
Luis Gómez, Consultor de Gestión Empresarial nos expone lo siguiente:
“El endeudamiento no es negativo en sí mismo, sino que debemos analizar tres aspectos de nuestras deudas para verificar si estamos empleando el crédito inteligentemente:
1. El primer aspecto tiene que ver con el fin que le estamos dando al dinero que tomamos a préstamo. Si nos endeudamos para realizar una inversión como una casa que genera plusvalía o la podemos alquilar o algún equipo del que podemos obtener ganancias como una fotocopiadora, entonces el crédito tiene un gran sentido financiero. Esto porque es muy probable que los ingresos que genere la inversión realizada van a ser mayores a los intereses que vamos a pagar por el préstamo.
Ahora bien, si el dinero que tomamos a préstamo lo usamos para cubrir gastos, como por ejemplo, pagar la electricidad, hacer compras de ropa o realizar un viaje de placer, debemos ser precavidos, porque es muy probable que estas decisiones debiliten nuestra situación financiera.
Un buen ejemplo de esta situación son las tarjetas de crédito que normalmente las usamos para gastar en el supermercado, en el cine, en las tiendas. Si no tenemos el dinero para pagar de contado y así no pagar intereses por estos gastos, estamos haciendo un uso inapropiado del crédito.
2. El segundo aspecto es la cuota, la cual está determinada por el monto y el plazo del préstamo. Si la cuota del préstamo es más de un 50% de nuestros ingresos mensuales, podemos decir que estamos sobre endeudados y deberíamos entonces buscar nuevas condiciones de financiamiento que reduzcan la cuota mensual.
3. Debemos considerar el riesgo, por ejemplo, si estamos en manos de prestamistas informales que cobran altas tasas interés y nuestra casa está dada en garantía, nuestro riesgo es muy alto. Pero si hemos buscado tasas razonables en instituciones reconocidas y nuestra garantía es por ejemplo una fianza, nuestro riesgo es mucho más bajo”, finalizó el experto.
Además de eso, sería importante que usted defina prioridades de pago si tiene varias deudas.
Elija cuál es prioridad y vaya cancelando de una en una, si intenta pagarle un poquito a cada uno, no le resultará conveniente.
Si la deuda es muy grande, trate de llegar a un arreglo de pago, pero háblelo con la entidad financiera que le brindó el préstamo, muestre su interés por pagar y así es más probable que le tiendan la mano.
Finalmente, póngase un límite, un plazo de tiempo para pagar y verá que si trabaja por objetivos le resultará un poco más fácil y menos estresante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario