Según el especialista en urología el Dr. Alberto Ardón, ese es el tipo de cáncer y tumor sólido más frecuente del adulto joven. En el 2008, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) reporta 94 casos de cáncer de testículo y 23 casos de cáncer de pene. De los 94 casos reportados en el 2008, la mayoría de los casos (22) se dieron en pacientes de 20 a 24 años, seguido del grupo de edad de 25 a 29 años con 21 casos de tumores malignos en los testículos.
El cáncer de testículo está ligado a que uno o ambos testículos no descienden desde el abdomen, donde se desarrollan antes del nacimiento, hasta el escroto. “Los testículos no descendidos pueden aumentar el riesgo de padecer de cáncer de testículo”, explicó el doctor Ardón. “Los hombres expuestos a tóxicos, en especial sustancias que se utilizan para el control de plagas como herbicidas, nematicidas y plaguicidas se han asociado al desarrollo de cáncer de testículos, al igual que la radiación hacia el testículo” explica el urólogo. Los testículos que no descienden se pueden quedar en el abdomen o en el canal de la ingle.
El doctor explicó que si en un niño los testículos no descienden antes de los 5 años es mejor quitarlos que dejarlos. Además agrega “El paciente constantemente se debe de estar palpando los testículos, aprendérselos de memoria, de manera que cuando el note algo diferente a lo que ha venido tocando de inmediato acuda con un médico”.
El único tratamiento que tiene el cáncer de testículo es removerlos mediante cirugía. “No hay ninguna otra curación, posteriormente se le puede dar radioterapia o quimioterapia o hasta realizarle otro tipo de cirugía al nivel donde se encuentran los riñones para quitar ganglios si fuese necesario”, agregó el urólogo.
“El hombre no tiene problemas para vivir con un solo testículo, si se le tienen que quitar los dos testículos, debe de recibir un complemento de tratamiento hormonal y no podría nunca llegar a engendrar hijos”, comentó Ardón.
Cáncer de pene
El cáncer de pene no tiene una causa específica pero se asocia a pacientes con malos hábitos higiénicos, a pacientes que desarrollan enfermedades inflamatorias crónicas del pene como la infección de la cabeza del glande y a infecciones por virus del papiloma humano.
El cáncer de pene no tiene una causa específica pero se asocia a pacientes con malos hábitos higiénicos, a pacientes que desarrollan enfermedades inflamatorias crónicas del pene como la infección de la cabeza del glande y a infecciones por virus del papiloma humano.
“El cáncer de pene es una enfermedad que comúnmente aparece después de los 50 años son lesiones de crecimiento muy lentas. Hay lesiones que se llaman pre cancerosas como la formación de placas blancas en el pene, escamas, lesiones que tienden a ulcerarse o lesiones que tienden a crecer como si fueran una verruga pero que no se curan con nada; todo esto nos hace pensar en la posibilidad de un cáncer”, explicó Ardón.
El urólogo indica que comúnmente el diagnostico es tardío, debido a que la gran mayoría de pacientes con cáncer de pene no consultan a pesar de que se ven una lesión en el pene que no sana y que es una lesión significativa. “Después de 3 meses, algo que comenzó como un piquete de zancudo se ha convertido en una verruga de aspecto sucio, crecida, algunas tienden a ulcerarse o parece que están infectadas o son duras y a pesar de todo esto el paciente comúnmente no consulta”, explicó Ardón.
Ardón explica que si la lesión está avanzada hay que quitar el pene. “Hay que realizar una penectomía que puede ser total o parcial. El cáncer de pene no se encuentra entre los 10 canceres más frecuentes del hombre pero sí se dan casos. Cuando la operación es parcial, normalmente se amputa un tercio del pene y ya en esta condición es muy difícil que el paciente logre tener una relación sexual adecuada”, explicó Ardón.
“Cuando se remueve totalmente el pene se ven afectadas sin lugar a duda las relaciones sexuales; el paciente si puede orinar, pero la parte sexual se ve severamente afectada” concluyó el urólogo.
Para evitar estos males, el médico recomienda una vista anual al médico con una revisión constante por parte del paciente.
